José Luis Samaniego: «Para el ritmo de cambio necesario, vamos lento»

-¿Frenar el cambio climático es una cuestión de financiación?

-Primero hay que olvidarse de la energía fósil, que se consideró un gran bien para la humanidad, pero que ahora vemos que podría traer una enorme desventura. Aceptarlo es un cambio de civilización y una apuesta por un mundo nuevo que todavía no se ve.

-¿Hay suficientes instrumentos para alcanzar el objetivo de no sobrepasar el 1,5 grados de calentamiento?

-No, si hicieras un listado tenemos menos de una décima. La tecnología avanza en algunos sectores, pero falta en muchas otras actividades. Empezamos a tener definiciones en la banca de inversión, para saber que es 'limpio'; para llevar una contabilidad de los fondos climáticos o para fiscalizar el carbono, pero falta desarrollar y modernizar en muchos campos.

-¿Sin esos instrumentos falla la transición?

-La transición implica desde la discusión hasta invertir para avanzar más rápido en los sectores que queremos que crezcan y frenar los que no queremos. Es lento. Llevamos una generación de transición desde que se aprobaron las convenciones ambientales en Río de Janeiro. La resistencia, la codicia o el cinismo nos podría llevar a un panorama internacional de sálvese quien pueda.

-¿Y quién se salvaría?

-Los sectores más pudientes, lo que tienen recursos.

-Entonces la tecnología sí es capaz de construir un muro, de hacer guetos.

-Si no actuamos en base a valores, sí.

-¿Lo logrado en una generación de trabajo es poco o vamos rápido?

-Para el ritmo de cambio necesario, que sabemos cuál es, vamos lento.

-¿Qué es el 'crash'?

-El 'crash' mayor es cruzar el umbral de los dos grados, pero el inmediato será superar el de grado y medio, porque ahí ya la vulnerabilidad ambiental y social aumenta dramáticamente. Si dejamos que estos diez años, que permiten cierta flexibilidad, transcurran sin hacer las reformas necesarias, veremos un cambio que será abrupto y sólo lograrán adaptarse unos pocos dentro de nuestras sociedades.