La Cumbre del Clima entra en la semana de las negociaciones de alto nivel

Durante el fin de semana y hasta este lunes, las delegaciones de los 197 países que forman parte de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático han trabajado en los documentos, todavía en una fase muy técnica, antes del comienzo de las negociaciones de alto nivel. Este domingo, una de las expertas que sigue de cerca estos trabajos señalaba en una conferencia de prensa durante la Cumbre que los borradores de los textos deberían haberse entregado el viernes. Pero aún estaban por concluir.

Hay asuntos cruciales en los que falta consenso global. La financiación para frenar la crisis climática y, sobre todo, la regulación de los mercados de carbono (artículo 6 del Acuerdo de París) y el llamado 'doble conteo'. Durante la pasada semana se pudo ver que un reclamo común de los actores independientes que intervienen en la Cumbre es la necesidad de dotar de transparencia el mecanismo de control de emisiones. Se ha insistido mucho en que hay que sentar las bases de la regulación de este asunto para, entre otras cosas, evitar la duplicidades (el 'doble conteo').

Los mercados de carbono surgen con la intención de obtener las reducciones de emisión necesarias (objetivos marcados en el Acuerdo) al menor coste: quien pueda realizar las actuaciones de reducción a un coste no muy alto, las realiza. A quién le cueste más las compra, y ayuda a financiar, de esta manera, los proyectos de los primeros: así se supone que se consigue la eficiencia del sistema. Pero en esta regulación se pueden dar duplicidades (proyectos compartidos entre países, por ejemplo) que pueden dar lugar a datos falsos.

La complejidad de este asunto impide que se puedan delimitar nuevas normas y cerrar acuerdos a corto plazo. Además, los expertos avisan de que no es necesario tenerlo completamente cerrado para la implementación del Acuerdo de París. Este va a entrar plenamente en vigor el próximo año, aunque no haya un acuerdo sobre la regulación de esos mercados.

La duda se cierne sobre si se incrementará la ambición en los compromisos políticos, tal y como pidió el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante el acto de inauguración de la Cumbre. De cualquier modo, mientras comienzan a salir conclusiones de las reuniones, cabe recordar que no se espera que en la COP25 se alumbren acuerdos políticos o jurídicos vinculantes que comprometan a las partes. Esto es algo que sí deberán hacer los países el próximo año antes de la COP26, que se celebrará en Glasgow. Se espera, al menos, que se sienten las bases de las intenciones de cada país. Y que estas reflejen la ambición esperada.

Mientras estos encuentros comiezan, esta semana se volverá a colar la mediática presencia de la joven activista sueca Greta Thunberg, que ya la semana pasada acaparó la atención durante su visita a la sede de la COP25 en Ifema, antes de participar en la Marcha por el Clima convocada en el centro de Madrid. Este lunes la joven tiene previsto participar en el acto 'Niños y jóvenes ante el cambio climático' junto a la ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore. Además, si la agenda no sufre un nuevo cambio, el martes sería el día que tendría reservado para dirigirse a los mandatarios reunidos en la Cumbre.