«No creo que la situación mejore a corto plazo; esto parece no tener fin»

Lidia estudió Filología Hispánica en la Universidad de Valladolid y, en el segundo cuatrimestre del último año le surgió la oportunidad de trabajar en el aeropuerto. Poco a poco fue ascendiendo y «estaba encantada con el trabajo», pero la irrupción de la pandemia ha hecho que su vida cambie por completo. «El aeropuerto ahora tiene muchos menos vuelos y no podía subsistir con lo que me pagaban de ERTE, por lo que he llegado a compaginarlo con otro trabajo de captación de socios para una ONG a pie de calle, que era muy duro, para pagar el alquiler», asegura.

Para Lidia, lo peor de la pandemia ha sido la parte económica. «Antes de que todo comenzara vivía con una amiga y tuve que volver a casa de mis padres. Ahora he vuelto a irme a vivir sola pero llego muy apretada a fin de mes y no tengo capacidad de ahorro», señala. Con la llegada del año 2021 Lidia siente que «nada ha cambiado, porque parece que seguimos igual, incluso que la situación va a peor a medida que pasan los días», apunta Lidia.

«No creo que la situación en el aeropuerto vaya a mejorar, porque veo muy complicado volver a meter 180 personas en un avión». Por el momento, Lidia compagina su contrato en el aeropuerto con otros trabajos que van surgiendo «para poder pagar el alquiler, porque ahorrar es imposible».