Convive un mes con el cadáver de un amigo al que mató a puñaladas

Cuando tratan de abrirla, aprecian una sombra que se mueve tras el cristal de una ventana y, a continuación, alguien abre la puerta. Es un hombre. Lleva puesta la capucha de la sudadera y no contesta a ninguna pregunta. Parece «ido».

El olor se transforma en hedor. La ausencia de respuestas lleva a los dos policías locales -uno del distrito de Puerto de la Torre y el otro de Campanillas- a adentrarse en el inmueble ante la posibilidad de que haya alguien herido. En una de las habitaciones hallan el cadáver de otro hombre en avanzado estado de descomposición.

Con esta escena se toparon los agentes del Grupo de Homicidios y de Científica de la Policía Nacional, quienes, con ayuda de la investigación judicial, tratan de esclarecer lo ocurrido en esa vivienda de la barriada malagueña de Campanillas.

La persona que les abrió la puerta acaba detenida por el homicidio. Se le acusa de matar al otro hombre, un amigo al que acogió en casa. Tras ello, habría convivido aproximadamente un mes con el cadáver, según ha podido saber SUR.

Aún se desconoce con certeza cuándo ocurrieron los hechos, aunque la data se sitúa inicialmente en torno a la semana blanca, es decir, finales de febrero o principios de marzo. El sospechoso (51 años) declaró ayer ante el juez que se enteró de que su amigo (49) no tenía a dónde ir y le dio techo. Ambos eran toxicómanos.

Según manifestó, discutieron porque él acusó a su amigo de haberle sustraído unos enseres relacionados con la droga que tenía en su domicilio para consumo propio. El hombre habría alegado que su huésped se lo tomó a mal y que, cuando estaba acostado, se abalanzó sobre él con un cuchillo.

Supuestamente, llegó a herirle en una mano y también en el pecho, dos lesiones que estudiarán los agentes de Policía Científica y los forenses para confirmar o no su versión y también para acercarse con mayor seguridad a la data del óbito, ya que la autopsia sólo aporta una fecha aproximada teniendo en cuenta el deterioro del cadáver.

Siguiendo su versión de los hechos, el ahora investigado habría arrebatado el cuchillo a su amigo y presuntamente lo habría apuñalado hasta en cuatro ocasiones en el tórax, lo que le ocasionó la muerte. Si bien no retiene los detalles con claridad, sí recordaba que cogió un cuchillo y que le invadió «la ira». Sostuvo ante el juez que actuó en defensa propia y se mostró muy arrepentido del desenlace.

Al comprobar que estaba muerto, cerró la habitación -donde este sábado lo encontraron los policías locales- y trató de hacer vida en el resto del inmueble, sin entrar en ningún momento en el cuarto y durmiendo en el sofá del salón, según explicaron fuentes cercanas al caso. Como si el cadáver no existiera y como si aquello no hubiera pasado.

El abogado Juan Baldomero Espejo, que representa al acusado, solicitó la puesta en libertad teniendo en cuenta su versión de los hechos, según la cual habría actuado en defensa propia, y la ausencia a su juicio de riesgo de fuga. La Fiscalía rechazó estos argumentos aludiendo a la gravedad del delito y pidió su encarcelamiento.

La titular del Juzgado de Instrucción número 13 de Málaga, este martes en funciones de guardia, ordenó su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, investigado por un posible delito de homicidio.