Secciones
Servicios
Destacamos
M. J. PASCUAL
Sábado, 29 de enero 2022, 09:01
A las ocho menos veinte de la mañana, el furgón de la Guardia Civil entraba por la calle Torrecilla en el párking de los Juzgados de Valladolid para conducir a Ramón García ante la jueza que se ocupa de las diligencias de la desaparición de ... Esther López, la joven de Traspinedo de la que nada se sabe desde el 12 de enero. Tres horas después, ' El Manitas', el único detenido hasta la fecha salía en libertad en un coche patrulla de la Policía Nacional para evitar que las cámaras le captaran rumbo a un lugar desconocido. «Desde luego, no a su casa de Traspinedo», decía su abogada poco después de salir por la puerta principal de la calle Angustias para atender a los periodistas una vez que se había asegurado de que su defendido había logrado eludir los focos mediáticos. Sin indicios sólidos de su implicación, a pesar de la prórroga de la detención con 72 horas más otorgada a la Guardia Civil para que concluyera el registro en su casa, la instructora del caso, acordó la puesta en libertad tras oir su declaración.
Es la única que García ha realizado hasta el momento, pues se negó a hablar desde su detención por la Guardia Civil el pasado sábado 22 de enero, con huelga de hambre incluida por lo que consideró «una injusticia» y que decidió concluir el jueves, al mismo tiempo que la policía judicial daba por finalizado el exhaustivo registro de su chalé.
Pero su puesta en libertad no le excluye de la investigación, aunque esta haya vuelto a la casilla de salida. 'El Manitas' sigue estando en el punto de mira de los agentes, por mucho que ayer no se detallaran los cargos que justifican la medida impuesta y acordada con el fiscal de tener que presentarse cada día en el juzgado, con la advertencia de que no puede salir de Valladolid y mucho menos de España, a propósito de ese supuesto viaje a Cuba que tenía previsto para casarse. Serán definitivos los informes que la policía científica realice de los vestigios y restos biológicos recogidos de la vivienda y del coche del hasta ayer único detenido para descartar su implicación en la desaparición.
Lorena Iglesias expresaba a la salida de los juzgados su satisfacción por la puesta en libertad de su defendido, del que siempre ha manifestado que no tenía nada que ver en la desaparición de la joven de 35 años. «Está muy contento y ha declarado, pero no voy a revelar el contenido, hay secreto de sumario», ha puntualizado.
Ante la insistencia de los periodistas respecto de los cargos que se le imputan, la letrada ha subrayado que «en ningún momento se ha hablado de cargos ahí dentro, ni una acusación formal de encubrimiento», como se había barajado al inicio de su detención. «Ahora, que sigan investigando», ha zanjado Iglesias, quien negó tener constancia de un segundo investigado por la Guardia Civil.
Con el contador de nuevo a cero, los investigadores redirigen la mirada al círculo íntimo de Esther. A sus amigos les han tomado declaración como testigos en varias ocasiones y a uno de ellos, un vecino también de Traspinedo que responde a las iniciales C. L. G. se le ha interrogado cinco veces y, la última, en calidad de investigado, para lo que se hizo necesario designarle un abogado de oficio, según informa Europa Press. Este fue uno de los dos hombres que continuaron con Esther en coche desde el casco urbano del pueblo hasta el cruce con La Maña y que, en los días posteriores a la desaparición, participó en las batidas por el término municipal en busca de algún rastro que permitiera localizar a la joven. Sin embargo, desde la Subdelegación del Gobierno se insiste en que no solo hay un segundo investigado, «se investiga en muchos frentes y no se descarta nada».
De hecho, la búsqueda en el entorno de Traspinedo no cesa. Mientras que en el Juzgado de Instrucción 5 Ramón García recibía emocionado la notificación de su puesta en libertad, en las inmediaciones de su chalé varios agentes de la Guardia Civil inspeccionaban los pozos y piscinas cercanas. Desde que la familia denunció la desaparición, tras cinco días sin saber de ella, un dispositivo integrado por más de un centenar de agentes se ha movilizado para tratar de dar con su paradero, por tierra, agua y aire, en un despliegue especializado en búsquedas sin precedentes en Valladolid desde los años noventa del pasado siglo, cuando desaparecieron Olga Sangrador y Leticia Lebrato, finalmente asesinadas.
Para hoy, la Guardia Civil ha organizado una macrobúsqueda en la que se amplía territorio, con la participación de voluntarios, el 112 y Cruz Roja. Por el momento se guarda en la reserva la intervención de otras unidades de búsqueda, como la que coordina el policía local oficial jefe del Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra (Madrid), José Ángel Sánchez, que es experto en el rastreo grandes áreas, así como otra unidad independiente que opera especialmente en el norte de España. Ambas se «activarán» en cuanto el Instituto Armado lo precise, han indicado los portavoces de estas unidades de búsqueda.
Para mañana domingo, el pueblo de Traspinedo quiere mostrar su solidaridad con la familia de Esther, en una concentración que convoca el Ayuntamiento para las 17:00 horas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.