El conductor que arrolló a ocho ciclistas carecía de puntos

Los fallecidos tenían 67 y 72 años y pertenecían al Club Ciclista de Rubí. Los expertos atribuyen el creciente número de accidentes en que se ven involucrados usuarios de bicis al aumento del empleo de este medio de transporte y a la falta de infraestructuras adaptadas para los ciclistas.

El hombre de 41 años detenido el domingo por embestir con su coche a un grupo de ciclistas carecía de puntos en el carné de conducir, según informó TVE. El arrestado, con residencia en Martorell, donde fue apresado, estaba fichado por violencia de género y un delito contra la seguridad vial que data de 2013. Los Mossos d'Esquadra le hicieron un test de alcoholemia y otras sustancias, aunque se le practicó diez horas después de que ocurrieran los hechos. Según la investigación, el coche del atropello era un Opel Adam granate, presentaba abolladuras y tenía las lunas delanteras rotas.

Uno de los ciclistas que resultó ileso del accidente aseguró que el conductor se salió de su carril e invadió el contrario. Fue entonces cuando atropelló a los ciclistas. «Aceleró y se llevó por delante a todos. Encima sacó el brazo, en señal del que dice: 'aquí os quedáis'». El testigo está convencido de que el accidente fue intencionado, pues el presunto homicida apuntó con el dedo al grupo para hacer una 'peineta'.

El conductor pasó la noche en la comisaría de los Mossos d'Esquadra en Martorell, aunque luego fue trasladado a la de Rubí (Barcelona), desde donde pasará seguramente hoy a disposición judicial.

Por su parte, el ciclista que perdió la vida en San Fernando de Henares tenía 58 años. El siniestro se produjo en el kilómetro 7 de la carretera a M206, una vía de dos carriles de doble sentido, a las doce y cuarto del mediodía.

Laura Vergara, gerente de Coordinadora en Defensa de la Bici (ConBici), que agrupa a más de sesenta asociaciones, argumenta que hubo una «intención» evidente de derribar a los ciclistas. Asegura que desde hace unos años se «aprecia un aumento de accidentes con consecuencia graves o muy graves como es el caso de fallecimiento en entornos urbanos». En este sentido, Vergara se muestra partidaria de una reforma del Código Penal que acabe con la potestad del juez de «decidir si una imprudencia carece de entidad para abrir una causa penal». «La consecuencia de la actual redacción es que muchos accidentes de ciclistas no se traducen al final en la apertura de juicio».

Las estadísticas avalan la tesis de Vergara en el sentido de que los accidentes de ciclistas están en auge. Entre los años 2017 y 2020 las personas fallecidas en siniestros en los que había una bicicleta de por medio suman 287. En 2020, año que se restringió el movimiento de vehículos a causa de la pandemia, fallecieron 71 ciclistas, nueve menos que en 2019. En los siete primeros meses del año perdieron la vida 32 personas en vías interurbanas, a lo que hay que sumar otros tres muertos en los sucesos de Castellbisbal y San Fernando de Henares.

El creciente uso de la bicicleta, aliada de la transición energética y alternativa saludable en los desplazamientos, tiene su reverso negativo: el ciclista es, junto a los peatones, el usuario más vulnerable. En marzo entró en vigor la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que dedica un apartado especial a la protección de los ciclistas. Ahora es obligatorio cambiar de carril para adelantar en vías con más de un carril por sentido. Además, la sanción por incumplir la separación mínima obligatoria de 1,5 metros cuando un vehículo a motor rebasa a una bicicleta ha aumentado de cuatro a seis puntos.