«Por ahora se comporta como el típico volcán canario»

-¿Cuál es la situación actual en la erupción de La Palma?

-En estos momentos, hay una colada activa que se mueve por encima de otra colada anterior [la que anoche llegó al mar]. Es una colada muy fluida que proviene de un aliviadero que tiene el volcán por debajo del cono principal, que sólo estaba emitiendo gases hasta hace unas horas. Ahora mismo hay una colada norte (sobrealimentada por el magma de ese aliviadero) y otra al sur.

-Los vulcanólogos hablan de «erupción fisural y estromboliana». ¿Podría traducirlo?

-Erupción fisural significa que se produce una línea de fisura donde aparecen aliviaderos, que son centros de emisión de lava. Ahora mismo lo que tenemos es eso, aliviaderos por debajo del cono principal. Lo del carácter estromboliano es porque va acompañada de explosiones.

-¿Y qué implica que ahora, después del parón del lunes, esté expulsando una colada más fluida?

-Pues porque probablemente procede de zonas más profundas del magma principal. Teóricamente corre más rápido y no pierde temperatura por el rozamiento con el suelo, ya que está discurriendo por encima de otra inicial, hasta que encuentra zonas donde la pendiente es más baja. Cuando deja de circular por la colada antigua y corre por lugares nuevos, se vuelve más viscosa y más lenta.

-¿Eso significa que ha aumentado su peligrosidad?

- No soy vulcanólogo, pero estoy escuchando todo el día a personas que saben de esto, y puedo decir que es un comportamiento normal del volcán. La aparición de esta lava más fluida obedece a la recolocación de la estructura de magma. Esta lava lleva bastante más tiempo calentándose.

-¿Qué temperatura puede alcanzar? ¿Y a qué velocidad se mueve?

-Puede alcanzar los 1.200 grados. La velocidad depende de muchas cosas: la fluidez, la topografía… El lunes por la noche se movió a 300 metros hora y ayer, a menos de 5 metros por hora.

-¿Cuáles son los principales riesgos de su llegada al mar?

-Piense que son dos fluidos a distinta temperatura y densidad. Eso provoca explosiones, vaporización de gases y liberación de ácido clorhídrico, lo que genera un nivel de toxicidad para los seres humanos.

-¿Prevé adoptar otras medidas de mayor calado por su llegada al mar?

-Hemos confinado a los vecinos de los barrios más cercanos, que están a unos tres kilómetros del punto de entrada, y ya evacuamos de forma preventiva todo lo que estaba por debajo del cono del volcán. Pero sigo pensando que la gente donde mejor está en sus casas, el confinamiento es una medida que a los ciudadanos les cuesta menos asumir. De momento, no necesitamos hacer nada más.

-¿Cómo ha vivido el momento de los desalojos y ver que la colada se llevaba por delante las viviendas de sus vecinos?

-Como amigo de mucha gente que ha perdido su casa, siento enormemente su pérdida, pero tengo que decir que, por suerte, y con ayuda del altísimo, no hemos tenido que lamentar ningún fallecimiento hasta el momento. Las casas se pueden reconstruir, pero lo que no puedo es rehacer las vidas.

-¿Se encomienda permanentemente al «altísimo»?

-Desde que esto empezó. Piense que, a partir de que detectamos el enjambre sísmico, activamos el plan de emergencia (Pevolca). Estuvimos monitorizando la actividad sísmica y teníamos una idea de por dónde podía salir, así que empezamos a trazar el plan de evacuación de los municipios de la zona. El peligro era que no sabíamos el punto exacto de erupción. Ese era mi gran miedo. Afortunadamente, salió por un lugar donde había viviendas, lo que permitió un desalojo rápido. El volcán y el altísimo me permitieron hablar con los vecinos para explicarles lo que había que hacer.

-Esta erupción supera ya a la del Teneguía (1971) en cuanto a lava expulsada. ¿Qué diferencia al volcán de Cumbre Vieja?

-En realidad, éste reúne las características de los típicos volcanes canarios. Vamos al histórico de volcanes en las islas y todos se parecen bastante; otra cosa es que éste haga lo que le dé la gana o que los periodos en los que puede estar inactivo sea más o menos largos... Pero por ahora se está comportando como un volcán razonablemente parecido a los anteriores.

-Ha mencionado que no es vulcanólogo. ¿Quién le asesora?

-Tengo un comité científico que asesora al de dirección compuesto por entre 12 y 15 científicos especialistas de los principales organismos nacionales, como el Instituto Geográfico Nacional, el Instituto Geológico Nacional, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Involcan, el Instituto Nacional de Meteorología… En total, tengo a cerca de 800 personas trabajando frente al volcán.