Un combatiente de la División Azul, repatriado 80 años después de su muerte

Francisco tenía 23 años cuando murió. De complexión atlética –había sido piragüista-, era el menor de tres hermanos. Se había enrolado en la División Azul como telefonista en una compañía de zapadores para luchar junto a las tropas de Hitler en Rusia y el 1 de diciembre de 1941 encontró la muerte en el frente de Volchov. Unos días antes había resultado herido al ser atacado por una patrulla soviética y, aunque fue evacuado a la ciudad de Sitno, falleció y fue enterrado .

«Su madre, cuando se enteró de su muerte, fue una muerta en vida y siempre nos decía que trajésemos a su hijo, pero murió en 1961. También mi padre, su hermano, murió en 2004 sin poder cumplir ese deseo que hemos logrado la tercera generación», relata Francisco Redondo, sobrino del soldado.

Un papel con una referencia a Francisco Redondo que la familia halló junto a esqueleto en Sitno ha permitido su identificación y posterior repatriación a España con la ayuda de la Dirección de Asistencia al Personal de Apoyo a Heridos y Familiares de Fallecidos del Ejército de Tierra, las autoridades rusas y la organización Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge, que trabaja desde 1916 por la paz y la reconciliación. Casi 80 años después de su muerte, Francisco Redondo ha podido regresar a su ciudad natal donde una calle lleva su nombre desde 1955.

Precisamente, el pasado mes de agosto, un senador de Compromís instó al Ayuntamiento de Talavera de la Reina a eliminar este nombre del callejero en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, petición que no ha tenido en cuenta a pesar de que este consistorio lo gobierna el PSOE por mayoría absoluta.