«No habrá recortes en investigación aunque haya crisis»

-«Investigar en España es llorar». Muchos defienden que el lamento de Ramón y Cajal está tan vigente como hace un siglo.

-Tienen razón. Hay un sentimiento de frustración acumulada, de abandono del talento por parte del país. Vieron cómo la salida de la crisis de 2008 se dibujó bajo la premisa de los recortes. Eso significó la desaparición de 5.000 plazas de investigadores en un sistema público de ciencia esquilmado. Provocó la fuga de muchos cerebros y taponó la carrera de muchos de los que se quedaron. Tenemos un sistema fallido que hay que arreglar. Ese es el compromiso de la ley de ciencia y del resto de políticas del ministerio.

-¿Qué harán para ilusionar a los jóvenes investigadores?

-Acabar con la falta de oportunidades. El presupuesto de Ciencia de 2022 dobla el último del PP (2018). Eso significa más oportunidades para investigar e innovar y nuevos equipos para mejorar los centros. De cada diez investigadores que se jubilan se van a reponer doce. La ley, además, establecerá un nuevo marco para el trabajo que dará estabilidad y certezas. Convierte los contratos temporales en indefinidos, reconoce el derecho a una indemnización por el final del empleo y añade nuevas retribuciones.

-¿Aspiran a recuperar a los que se marcharon fuera?

-Queremos que todo aquel que quiera volver a su país pueda hacerlo y pretendemos que todos los que quieran hacer ciencia no tengan que irse, no se vean expulsados. Al tiempo, vamos a motivar a más niños y adolescentes para que elijan ser científicos.

-¿Qué les ofrecerán?

-La ley va a reconocer los méritos de investigación logrados en el extranjero para mejorar retribuciones y acceder a organismos públicos de investigación españoles. No tendrán que dejar su mochila de experiencia fuera. La formación en el extranjero les servirá para conseguir una plaza en España. Vamos a hacer un esfuerzo presupuestario extra para ayudar a venir a los investigadores españoles que están fuera y para captar talento de excelencia nacido en otros países.

-La ley de ciencia se compromete a doblar la inversión pública en I+D+i para 2030, hasta alcanzar la media de la UE. ¿Será posible cumplirlo cuando parece que se avecina otra crisis?

-Es preciso. Esta crisis y las próximas solo tendrán solución a través del conocimiento. No va a haber recortes en ciencia e innovación aunque haya otra crisis. El PP se equivocó. Esa es una lección que hemos aprendido como país, tanto en lo público como en lo privado. La competitividad y la resiliencia nos la dará el conocimiento, por eso queremos blindar el aumento progresivo de la financiación por ley.

-Si la inversión pública actual en I+D+i es raquítica, la privada es igual de insuficiente. ¿Es que a la empresa española no le interesa la innovación?

-Los recortes de la década pasada desincentivaron también la inversión privada. Estamos en un cambio de cultura. Ciencia e innovación es un compromiso público, pero también privado. En Alemania el 30% de la inversión es pública y el 70% privada. Aquí estamos en un 50-50. Hay que ayudar a mejorar el compromiso de I+D+i privado. Lo vamos a hacer a través de los planes estratégicos de recuperación. Hay coinversiones para que España desarrolle tecnología y fabrique el vehículo eléctrico y para hacer lo propio en energías limpias, terapias médicas avanzadas, con el avión de hidrógeno o con el almacenamiento de energía. Nuestro compromiso por ley será una inversión pública del 1,25% del PIB en 2030 y que la iniciativa privada sume hasta el 3%.

-¿Cree que PP ayudará a aprobar la ley de ciencia?

-El PP ya ha participado en el proceso de diálogo para elaborar esta ley. Esta no es la ley del ministerio. Es la ley que necesita el sistema. La hemos hecho escuchando a la comunidad científica y a los partidos. Ahora queda el último paso, que la apruebe el Parlamento, para lo que apelo a la responsabilidad de todos.

-¿Cuándo podría estar en vigor?

-Si todos agilizamos la tramitación, podríamos tener ley antes del verano. Cuando antes esté antes tendrán los científicos mejores condiciones y retribuciones.

-Apoyan estudios de medicina de precisión. ¿La sanidad pública garantizará terapias personalizadas a cualquier español?

-La ley reconoce por primera vez como tales a los investigadores del Sistema Nacional de Salud. Nuestro país está capacitado y tiene talento para desarrollar terapias avanzadas. Ya lo está haciendo, pero lo que no existían eran fabricantes de terapias avanzadas. Ahora, con los fondos europeos, impulsaremos, con 1.500 millones, más investigación para diseñar más terapias de precisión para más enfermedades y para que se fabriquen en nuestro país y se administren a todos a través de la sanidad pública. Ese es el gran proyecto.

-¿Si es necesario un nuevo proceso de inmunización masivo contra la covid se podrá usar una vacuna española?

-Se podrá. Tenemos una vacuna española, la de Hipra, diseñada y producida aquí. Según la empresa, si todo va bien, tendríamos millones de unidades del fármaco preparadas para distribuir este verano. Además, es una vacuna mejorada. Es capaz de adaptarse a las variantes futuras y no necesita guardarse congelada. Nos gustaría que la UE la incluyese en la compra centralizada.

-¿Los científicos españoles deben cortar su colaboración con los de la Rusia de Putin?

-La ciencia es un instrumento de paz, pero no puede haber cooperación con un país que ha roto todos los acuerdos internacionales. El Gobierno, los organismos y las universidades cortarán todos sus contratos, convenios y colaboración científica institucional con Rusia y Bielorrusia.

-¿Van a ofertar puestos de trabajo a científicos ucranianos?

-Estamos trabajando con los centros de investigación y con las universidades para acoger a científicos que huyan de Ucrania e incluso a disidentes rusos.