Piel natural y llamas verdes: la ciencia que esconden los pasos de Semana Santa

Por ejemplo, el Cristo de Burgos llama la atención porque es muy realista. No en vano sus heridas están envueltas en la madera con piel real, de bovino curtida y está teñida con sangre auténtica. Y no solo eso, el cabello tan largo que presenta esta imagen es natural, se conserva porque las proteínas del cabello se han preservado a lo largo de los años.

Otra curiosidad es que en los pasos de Semana Santa las figuras que se forman son piramidales, sobre todo las que cogen mucha altura. Esto es así para que sean más estables y evitar que se caigan. La formación a la hora de llevar los pasos en andas tampoco es casual, los costaleros distribuyen así el peso, física pura para evitar que los cofrades se hagan daño y para evitar también caídas.

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La cadencia de las marchas procesionales se marca con la percusión y esa cadencia sirve para llevar el paso con la ligereza suficiente.

Esta Semana Santa también se vio cómo algunos pasos de Burgos, como la Dolorosa, llevaban antorchas de fuego verde. Esto se consigue gracias a la disolución de ácido bórico en etanol y prendiendo el alcohol. El ácido al verse excitado por el calor de la combustión y vuelve a su estado natural, se ve de este color.

La directora de Espiciencia, Bárbara de Aymerich, detalla estas y otras cuestiones sobre la ciencia detrás de la Semana Santa en el vídeo que acompaña a este reportaje.