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Escuchar y ver a las rapaces nocturnas es un privilegio de las noches de verano. Las lechuzas utilizn sus enormes ojos casi como pabellones auditivos, su vuelo es silencioso pero emiten un chillido muy particular. Estas rapaces están asociadas a la sabiduría, como los mochuelos.
Un elemento fascinante de estas rapaces es la egagrópila, el resultado de la eliminacion de las rapaces de los restos que comen que no van a aprovechar, por ejemplo pelo o huesecillos, tal y como se ve en el vídeo.
Una vez que la rapaz coge su presa, la traga y acaba en su molleja, donde se producen movimientos para hacer la digestión. Se produce entonces la regurgitación de este desecho, solo se queda dentro lo que es digerible por el ave y el resto lo expulsa.
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Si se abre este residuo y se quitan los pelitos o las plumas, se ven los huesecitos, incluso el cráneo y la mandíbula. En el vídeo se ven los restos de un roedor y resulta muy interesante para saber qué rapaces hay en la zona o indagar en la cadena trófica.
Estos restos se encuentran debajo de grandes árboles, en edificios abandonados etc. Son fáciles de identificar porque tienen textura de pelo y es apasionante abrir uno para conocer más sobre la fauna que nos rodea.
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