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j. a. gonzález
Lunes, 31 de mayo 2021, 00:19
Licenciado o graduado en alguna ingeniería y experiencia demostrable de al menos tres años en el área que se ha estudiado. Conocimientos de pilotaje de aeronaves. Nivel de inglés alto y fluido. Dominar otros idiomas es un extra y solo hay un límite: tener menos ... de 50 años.
¿Cumple usted estos requisitos? Ahora pronuncie lo siguiente: «Es un pequeño paso para un hombre y un gran salto para la humanidad». Quizá puede ser el o la siguiente astronauta en repetir estas palabras en los próximos años. La Agencia Espacial Europea (ESA) abrió en abril el plazo para buscar a los nuevos viajeros más allá de la atmósfera terrestre, cuyo cierre se ha ampliado hasta el próximo 18 de junio.
Una ventana para ver de lejos la tierra y para lo que «no hace falta ser un superhombre o una súper mujer», señala a este diario el doctor Sergi Vaquer Araujo, médico aeroespacial de la ESA y una de las personas que supervisa todo este proceso. «De hecho, se busca un equilibrio entre todas las capacidades», añade.
Esta agencia abre su plazo trece años después de la contratación del último astronauta. Y junto a los requisitos ya enumerados, los candidatos deben vivir en uno de los 22 Estados miembros de la ESA –21 de la UE, España incluida, y Reino Unido, aunque hay acuerdos de cooperación con el resto de socios comunitarios–, pero sobre todo «ser capaz de trabajar bajo estrés y así tomar buenas decisiones», detalla Vaquer.
Esta nueva hornada serán los encargados de volver a la Luna y quizá llegar a Marte. «Estos astronautas han de ser más resolutivos, deben conocer y saber hacer ciertas cosas», señala este especialista médico. «Si yo les pido desde la Tierra sacar un diente, suturar una herida o hacer un electrocardiograma tienen que saber hacerlo», precisa.
Este es uno de los puntos donde la ESA incide más en la preparación que los elegidos realizarán. «Y es un entrenamiento que dura mucho tiempo», destaca Vaquer. El proceso final de selección entre todos los aspirantes que se hayan apuntado arrancará en octubre de 2022, tras un recorrido previo de seis fases.
Existe también una vacante para el proyecto de viabilidad de parastronautas, destinado a seleccionar a personas con alguna discapacidad física, convirtiéndose así en la primera agencia aeroespacial del mundo en contemplar una opción de este tipo.
Si se repiten los números de la convocatoria anterior, los potenciales astronautas tendrán que competir con miles de interesados. Casi 10.000 personas se apuntaron en 2008 para cubrir solo seis plazas. Hoy día hay siete astronautas en activo, seis hombres y una mujer, que fueron seleccionados en mayo de 2009. Son de Dinamarca, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.
Una década después, la ESA les busca un relevo generacional para una nueva era con infinidad de retos por cumplir. Si en el siglo pasado las miradas se posaban sobre la Luna, el interés más reciente recae sobre Marte. Un sueño que arrancó el pasado febrero con tres misiones de tres países diferentes: Estados Unidos, China y Emiratos Árabes Unidos.
Tanto la NASA como la ESA tienen como objetivo que la nueva tripulación que llegue a la Luna tenga voz femenina, un impulso que también se quiere trasladar a la sociedad. En abril, Madrid fue testigo de ese interés.
«El porcentaje de mujeres en este campo solo es de un 25% o 30% por lo que aún queda mucho terreno para que más aporten su talento», afirma Rocío García, responsable de actividades de Thales Alenia Space en España y líder del grupo madrileño de Women in Aeroespace Europe (WIA-E). Entre sus fines, la promoción femenina de las carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
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