La Córdoba romana y la ciudad de Clunia protagonizan el ciclo de charlas del MEH

En la capital de la Bética se ha recuperado cerca del ochenta por ciento de las tumbas de gladiadores conocidas en Hispania y es la ciudad romana con más elementos de este tipo después de la propia Roma.

María Dolores Baena, directora del Museo Arqueológico de Córdoba (MAC) y comisaria de la exposición del MEH, hablará este martes, 25 de abril, en el salón de actos del Museo de la Evolución Humana sobre los 'Gladiadores en la capital de la Bética'. Baena ha sido la autora de la catalogación de zonas arqueológicas en la provincia de Córdoba y ha participado en más de cincuenta jornadas sobre arqueología y museología y publicado multitud de trabajos en el ámbito de la Historia y la Arqueología.

Los luchadores de los que hablará la especialista eran famosos e incluso a algunos se les dedicaban poemas y llegaban a tener sus propios aficionados. Baena hablará de su figura y de los combates.

La Córdoba Romana fue fundada en el siglo II a.C. El asentamiento presentaba una inmejorable situación estratégica. Durante los primeros años, los romanos convivieron con la población indígena existente en poblados cercanos, pero poco a poco esta fue desapareciendo. La nueva urbe ostenta desde el principio la capitalidad de la provincia Hispania Ulterior, lo que habla de la importancia de Córdoba desde tiempos remotos.

El emperador Augusto instala en la Córdoba Romana un gran número de veteranos que habían participado en campaña en el Norte y les asigna numerosas tierras. Augusto concede la ciudad el status de Colonia Patricia, el más alto rango que una ciudad del Imperio Romano podía ostentar. Esta la causa de ser el lugar donde más tumbas de gladiadores se encuentran en Hispania.

Miguel Ángel de la Iglesia, codirector de las excavaciones de Clunia desde 1995 y responsable de 'Tiermes, Laboratorio Cultural' desde 2016, será el protagonista de la segunda conferencia de este ciclo del MEH, sobre la ciudad romana de Clunia. Es además profesor titular de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Valladolid.

Situada en un cerro lo suficientemente extenso y con una dominante posición sobre el territorio de los clunienses indígenas, los arquitectos romanos planificaron una ciudad a imagen y semejanza de Roma, desde la cual se administraba un gran territorio denominado Conventus Cluniensis. El estudio de sus restos ha sacado a la luz una ciudad con edificios y espacios urbanos sorprendentes que hacen referencia a la arquitectura de la Capital del Imperio. El conjunto forense de Clunia, en su manifestación arquitectónica, representa el perfeccionamiento de una tipología fusión de dos modelos comúnmente adoptados a lo largo de la geografía del mundo romano. Un espacio que sirviera para el uso diario de la ciudad y que pudiera servir también como lugar de celebraciones de ferias, mercados y espectáculos relativos a la condición de Clunia como capital del Convento Jurídico.

Las termas en su concepción responden a esta misma situación de afluencia periódica, con unas dimensiones, muy por encima de lo común. Por su parte, el teatro presenta en su configuración, un monumental edificio de gran capacidad, realizado bajo un exquisito diseño arquitectónico. Se localiza en el borde nororiental del Alto del Castro, ocupando así un espacio marginal en el entramado urbanístico de la ciudad. La decisión de situar en Clunia la capitalidad del Convento se realiza, seguramente, sobre la existencia de un municipio romano; sin embargo, los edificios a los que hemos hecho referencia son una consecuencia de esta decisión y se diseñan en su tipología y en sus dimensiones para servir a una población mucho mayor que la que habita en la ciudad y que acudirá a ella en determinados momentos.