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Frente al yacimiento de la Galería en la sierra de Atapuerca y en plena campaña de excavación, rodeado del halo de curiosidad y grandeza de este lugar, ahí ha sido nombrado Ignacio Mariscal, CEO de Reale Seguros, embajador de la Fundación Atapuerca.
Juan Luis Arsuaga ... y Eudald Carbonell, vicepresidentes de la fundación y codirectores de las excavaciones de Atapuerca, han sido los encargados de recibir, acompañar y nombrar embajador a Mariscal. Le han hecho entrega de un diploma acreditativo de su nombramiento, de una tarjeta de acreditación y de una insignia.
Esa tarjeta, este nombramiento otorga a Mariscal unos privilegios, son «una llave de entrada en el tiempo», como ha señalado Carbonell, pero también conllevan responsabilidades y compromisos. Tanto Arsuaga como Carbonell le han recordado esto a este burgalés. Porque Mariscal nació en Burgos, por ello ha reconocido que «es un doble honor este nombramiento». Actualmente dirige las empresas aseguradoras de Reale Group en España y es también vicepresidente del Consejo de Administración de Asitur, miembro del Consejo Directivo y Comité Ejecutivo de UNESPA, miembro del Consejo de Administración y de la Comisión Liquidadora del Consorcio de Compensación de Seguros y miembro del Consejo Directivo de la Cámara de Comercio e Industria Italiana para España.
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Mariluz Martínez / ICAL.
Mariscal ha reconocido que ser embajador de la fundación es «una responsabilidad muy alta debido a la trascendencia que tiene Atapuerca. La primera vez que lo visité me sentí muy chiquitito». Ha asegurado que intentará hacerlo «lo mejor posible». Ha recordado Mariscal que este nombramiento no se queda solo en la foto de un día «muy bonito», ahora viene lo importante, «en lo que uno puede ayudar. En la parte corporativa es poder utilizar Atapuerca como vehículo de comunicación para darlo a conocer a mucha más gente, centralizar eventos de la compañía en Atapuerca y en Burgos y atraer aquí a gente de toda España y se aprecie lo que esto es».
A nivel profesional, Mariscal lleva trabajando con Reale varios años en colaboración con la Fundación Atapuerca. «Es una de las cosas más grandes que se pueden hacer y con gente muy profesional, además de la trascendencia a nivel mundial que tiene», ha resaltado Mariscal. «Nuestra fundación colabora en diversos ámbitos de la cultura y la ciencia. La Fundación Atapuerca hace un trabajo muy bueno y ese es nuestro propósito, colaborar con quien lo hace bien, así que, en el momento de tomar la decisión, fue sencillo», recuerda Mariscal.
Así lo ha dejado claro desde el primer momento Eudald Carbonell, «ser embajador implica mojarse». Igualmente, Arsuaga ha resaltado esta figura: «lo que hacéis como embajadores es importante porque aseguráis la continuidad del proyecto y le dais valor social. Esto no es un gesto, es garantizar el futuro del proyecto Atapuerca».
Mariscal está ligado a su tierra y ha promovido iniciativas de recuperación para la conservación y restauración del patrimonio de Castilla y León. Una de ellas es la realizada por la Fundación Reale en la localidad burgalesa de Sotillo de la Ribera, mediante el programa de restauración del retablo y las pinturas murales de la iglesia de Santa Águeda.
Arsuaga ha explicado que para entender la importancia de los yacimientos de Atapuerca hay que preguntarse qué sentido tienen las excavaciones, y «si el ser humano es la pregunta, la evolución es la respuesta». Las excavaciones de Atapuerca tienen sentido porque son un mensaje del pasado que nos atañe, tienen una continuidad hasta la actualidad. «Todo esto tiene sentido porque hay una línea temporal que llega hasta nosotros. Todo esto nos concierne, nos permite saber quiénes somos. El pasado es la razón del presente. Las excavaciones nos sirven para no ser amnésicos», ha reflexionado Arsuaga.
Por ello, el convertirse en embajador de la Fundación Atapuerca no es solo un gesto. Mariscal adquiere un compromiso para la colaboración con la fundación y el impulso del proyecto de los yacimientos de Atapuerca.
Reale Seguros ya tiene experiencia trabajando en Burgos. En esta provincia ha puesto un foco especial en cuanto al negocio asegurador y ha creado empleo mediante la instauración de uno de los equipos de atención al cliente que la compañía tiene deslocalizados en el territorio. La compañía ha logrado hacer crecer su negocio en la provincia un cuatro por ciento con respecto al año anterior, dando servicio a más de 28.000 clientes a través de cinco oficinas.
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