Cien detenidos en la mayor incautación de palés de madera contaminados

«Las plagas asociadas con el material de embalaje de madera tienen efectos negativos en la biodiversidad de los bosques, la fauna autóctona y la sanidad de cultivos», ha dicho este martes en rueda de prensa el comandante del Seprona, José Carlos Martínez, al que acompañaba el capitán José Antonio Alfaro, de Europol.

Los embalajes incautados no cumplían los requisitos legales para su uso en el circuito internacional, que básicamente consisten en desparasitar la madera introduciendo los palés en hornos térmicos a 56ºC durante 30 minutos para eliminar cualquier rastro de plagas. Una vez realizado este tratamiento térmico los embalajes reciben un sello oficial que certifica que están 'limpios' y no representan un riesgo para la propagación de plagas. En caso contrario, la madera suele presentar larvas que al eclosionar (por ejemplo en forma de escarabajo volador) pueden propagarse y destruir el ecosistema donde se han instalado.

Desde el año pasado, el Seprona ha llevado a cabo 828 inspecciones en esta material y ha investigado a 104 personas por incumplir la normativa europea. Entre las infracciones penales detectadas destacan los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, de receptación, contra la propiedad industrial, de apropiación indebida y de pertenencia a organización criminal.

Cuando un embalaje de madera no recibe un adecuado tratamiento fitosanitario puede ser susceptible de servir como vector de introducción y dispersión de plagas en un territorio. El responsable del Seprona señaló que las plagas vegetales son responsables de dañar cada año nada menos que 35 millones de hectáreas de bosque, y que en Europa se introducen una media de seis nuevas especies de plagas arbóreas. «Basta con que un árbol resulte infectado para que contagie a otros 70.000, el equivalente a una hectárea alrededor del mismo», detalló Martínez. Llegado el caso habría que proceder a su tala para frenar un contagio masivo, como ocurrió hace décadas con la grafiosis del olmo.

Para evitar este riesgo, se aplica la Norma Internacional de Medidas Fitosanitarias, la NIMF 15, una marca que certifica que todos los componentes del embalaje de madera han recibido un tratamiento adecuado.

Precisamente, las Unidades de Protección de la Naturaleza (Upronas) de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife constataron que empresas del sector de la madera aplicaban de forma fraudulenta la marca oficial NIMF 15 sobre palés que no habían recibido el tratamiento térmico exigido. Además, los miembros de la trama se valían de sellos falsificados adquiridos de manera ilícita en imprentas involucradas, lo que les permitía además, comprarlos a un precio inferior al de aquellos que sí habían recibido tratamiento térmico.

A nivel internacional los investigadores certificaron conexiones con Alemania, Vietnam, Reino Unido y Bielorrusia.

Por otra parte, el Uprona de Murcia comprobó que una empresa local se dedicaba a la fabricación y montaje de banquillos de madera empleados como madera de estiba en el envío de mercancías para el comercio internacional sin haberse sometido al correspondiente tratamiento térmico. Esta mercancía era exportada a países como Nigeria, Méjico, Sri Lanka, Colombia, Israel, Ecuador y Filipinas, con el consiguiente riesgo potencial de propagación de plagas.

El comandante Martínez destacó que, por vez primera, «se ha abordado una problemática que hasta ahora quizás no se había tratado de esta manera a nivel nacional», que es la inspección y control de los operadores que trabajan con palés. Ello ha puesto de manifiesto «cierta impunidad dentro del sector» que omitía los requisitos legales obligatorios. El Seprona ha cifrado en más de ocho millones de euros las pérdidas sufridas por todas las empresas perjudicadas.

La operación 'Taviur' se enmarca dentro del proyecto Life Guardianes de la Naturaleza y la acción operativa 8.3 del Empact 'Forestry Crimes' de Europol en relación con la lucha contra los delitos medioambientales para la protección de masas forestales. Ha contado, además, con la colaboración de la Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura.