Una chispa de alegría y complicidad para recibir el 2022

Durante dos jornadas, el Parque de Bomberos de Burgos se convirtió en un estudio fotográfico, «muy divertido«, donde los usuarios se sintieron especiales y disfrutaron de la atención de uno de los grupos profesionales más queridos y admirados por la sociedad. Mientras, los propios bomberos se acercaron a una realidad, que es tan dura como desconocida.

Y todo bajo el objetivo de un fotógrafo excepcional, muy implicado en las causas sociales, gran conocedor del trabajo que realizan en APACE Burgos y que apuesta por mostrar la realidad tal cual, con sus puntos de crudeza, pero sin efectismo ni espectáculo. Así que en el calendario solidario se reflejan la alegría, el cariño y la naturalidad con las que se fraguaron las interacciones de los protagonistas. Es imposible no ver las fotos y que se te pinte una sonrisa en la cara, que emociona al mismo tiempo.

«Ha sido muy fácil», admite Chomi Delgado, al que el proyecto le ha supuesto un reto, del que ha salido muy satisfecho. «Al principio me sentí un poco fuera de mi zona de confort», admite, pues está acostrumbrado a trabajar con APACE pero con fotografías no preparadas. «María Mena (responsable de Comunicación de la asociación) me animó mucho» y ha sido la que ha estado, con él, al pie del cañón.

Sin embargo, los bomberos se lo han puesto facilísimo. Les enseñaron las instalaciones para encontrar las localizaciones, han aportado ideas y, sobre todo, han tenido un comportamiento «excelente» con los usuarios. Han sido muy cercanos, muy cariños, han respetado los tiempos, se han encargado de prepararles cuando había que enfundarse el traje de bombero, han estado pendientes de ellos en todo momento y han jugado con los niños.

Todo eso se refleja en las fotografías, tanto en las que conforman el calendario de 2022 como las que Delgado ha ido tomando del antes y del después, no tantas como le hubiera gustado, pero ahí están. «Las interacciones han sido muy divertidas», afirma Diego Muñoz, uno de los bomberos participantes en el proyecto, que estaba inicialmente pensado para el año pasado pero que, por la pandemia, se tuvo que retrasar.

Han sido las últimas promociones las que han asumido el mando, junto con alguno de los más veteranos, y no por falta de compromiso de estos. Se ha tratado más de un relevo generacional, admite Muñoz, y para ellos ha sido una experiencia extraordinaria. «Es un toque de realidad», admite, conocer a personas con otras necesidades, que les han contado sus experiencias y cómo es su día a día. «Enriquece mucho», insiste.

Además, desde el primer momento se tenía bien claro que la prioridad eran los usuarios de APACE. En ocasiones anteriores, los bomberos han realizado un calendario al uso, es decir, han recopilado fotos en las que se recrean intervenciones de su día a día pero con los bomberos ligeritos de ropa. Este planteamiento quedó rechazado, desde el primer momento, para el calendario de 2022.

Lo tenían muy claro tanto los bomberos como APACE y el propio Chomi Delgado lo puso como condición para sumarse al proyecto: ni músculos ni presentar a los usuarios como víctimas. «Están suficientemente victimizados», admite el fotógrafo, y se trata de dar visibilidad al colectivo, pero acabando con los estereotipos y los prejuicios, de ahí que hayan participado todos los que han querido, y haya primado el respeto y la normalización de las situaciones.

Por ese motivo también se han seleccionado las escenografías teniendo en cuenta cuáles eran más adecuadas para los usuarios, y aprovechando también para mostrar rincones que no se conocen como el túnel de mangueras o la cocina. Así, los usuarios de APACE han pasado un día divertido, han conocido de cerca el trabajo de los bomberos y, entre ellos y Delgado, han acercado a la sociedad burgalesa una realidad más cercana de lo que solemos imaginar.