Los Cebada Gago salpimientan el tercer encierro con peligro y emoción

Los Cebada Gago han salpimentado el encierro con una carrera llena de emoción y momentos de mucho peligro al disgregarse la manada y propiciar que varios toros llegaran sueltos a los tramos finales, donde la aglomeración de corredores ha dado lugar a momentos de tensión.

El protagonista indiscutible ha sido uno de los astados, de pelo colorado, cuya velocidad imprimida desde el inicio ha estirado la manada, lo que ha enlentecido finalmente la carrera hasta sumar 2 minutos y 53 segundos, con lo que ha sido la de mayor duración de las fiestas hasta el momento. El encierro ha comenzado a las 8 en punto de la mañana, bajo un cielo ligeramente encapotado.

El ritmo de la carrera ha sido muy rápido y los mozos apenas han podido apartarse al paso de la manada. Al final de Santo Domingo dos toros y un cabestro han resbalado y se han descolgado del resto del grupo, pero sin generar situaciones de peligro.

Por detrás, la manada ha llegado más agrupada a Estafeta, pero se ha ido estirando y han quedado cuatro toros más adelantados y agrupados, mientras un último toro ya ha quedado completamente descolgado.

El astado que iba encabeza ha ido bajando el ritmo y ha sido alcanzado por un cabestro cuando llegaba a Telefónica. En este punto, un corredor que salía de un apuro con el toro se ha apartado y ha sido arrollado por el cabestro. El astado ha barrido la parte derecha del vallado bajando hacia el callejón, golpeando a unos mozos. Por detrás han llegado los tres siguientes toros, pero ya con la manada rota y en solitario. Uno de ellos se ha girado en la bajada al callejón y ha provocado la caída de un corredor, aunque posteriormente ha seguido la carrera. Los cuatro primeros astados han entrado a los chiqueros de la plaza sin causar mayores incidencias.

Pero el quinto toro se ha encontrado a varios mozos en la parte derecha del vallado en Telefónica, ha caído junto a ellos y ha embestido en varias ocasiones a uno de los corredores. Un mozo ha intentado distraer al astado mientras estaba embistiendo y finalmente ha vuelto a su carrera. Por su parte, el sexto toro, que se ha caído al final de Estafeta y ha mirado peligrosamente a los mozos, ha aprovechado que llegaba un cabestro para volver a la carrera y juntarse con el quinto astado. Han cubierto juntos el tramo hasta el coso taurino, donde una persona que estaba en la plaza ha citado a los toros y uno de ellos se ha dado la vuelta a la derecha, mientras el otro ha seguido hasta los chiqueros. Finalmente, el último astado, sin llegar a ir contra ningún mozo, ha entrado también a los chiqueros.