Castilla-La Mancha da clase a ancianos para que aprendan a leer y a escribir

El verano no sólo sirve para descansar en los días de vacaciones o viajar. En el pequeño pueblo de Argamasilla de Calatrava (Ciudad Real), de 6.000 habitantes, un grupo de ancianos está aprovechando el mes de agosto para algo que no pudieron hacer de niños: aprender a leer y a escribir.

Es el caso de Juana Galán, que a sus 80 años ha decidido «aprender las letras poco a poco para entenderlas», como ella misma indica, dentro del programa SEPAP-MejoraT que la Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha puso en funcionamiento hace ocho años con el fin de atender a personas mayores en situación de dependencia.

Con el paso de los años, el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal (SEPAP), que es gratuito, también ofrece actividades de estimulación cognitiva, fisioterapia, logopedia, psicomotricidad, atención psicológica y promoción de estilos de vida saludables. Todo ello con los objetivos de prevenir o retrasar el agravamiento del grado de dependencia e incrementar la autonomía en la vida diaria y la autoestima del mayor.

Juana se quedó viuda hace año y medio y sus hijos le aconsejaron que se apuntara a este servicio para aprender algo nuevo y no ahogarse en la tristeza y la soledad. «Juana está muy motivada para aprender a leer y a escribir y con la ayuda de una logopeda estamos enseñándole el proceso de la lectura», explica Elena González, psicóloga del SEPAP, un servicio que también incluye talleres de memoria.

Juana es una de las 7.500 personas que este año se han apuntado al SEPAP en 350 municipios de Castilla-La Mancha. Un servicio pionero en España que en este pequeño municipio de Argamasilla de Calatrava está consiguiendo que personas de más de 80 años tengan ilusión por acudir cada día a su 'clase'.

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