Se busca coche viejo, casi nuevo

Automóvil barato. Suelen tener más de 15 años y crecen significativamente en ventas en la segunda ola de la pandemia -un 20% en septiembre-. Los compradores priman el kilometraje y el precio, menor a los 3.000 euros, frente a la seguridad o la ecología

Domingo, 11 de octubre 2020, 00:38

Busco coche económico, diésel y pequeño para mis estudios. Que no tenga muchos kilómetros. Más o menos 150.000. Por favor, contacte conmigo», pide la malagueña Mari a través de un portal de anuncios. Ofrece 1.000 euros. Ruegos y demandas coexisten en la misma ... plataforma. «Busqué el coche por internet. Demoré un par de días. Estaba abierto a comprarlo a particulares o a concesionarios. Quería cambiar porque el mío ya tenía 300.000 kilómetros», relata Paco de Fernando, 55 años, que se ha acostumbrado a caminar media hora hasta su trabajo cada día, pero todos los fines de semana sale de Madrid por carretera.

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Entre todas las «buenas ofertas», eligió un Seat Ibiza diésel de 2009, con 150.000 kilómetros, por el que pagó 3.300 euros e hizo que lo pintaran en el mismo concesionario de Parla. «Me durará otros diez años», calcula De Fernando, que durante década y media tuvo un Ford Focus «kilómetro cero». «Estaba bastante bien conservado y nuevo por dentro», dice. En vez de entregarlo al desguace, se lo ha dejado a sus sobrinos, que se sacarán el carné el año que viene. «Estoy en una edad en que no me ilusiona estrenar un coche. Ya no es como cuando tenía 30 años. Ahora me da igual, y no me apetece gastarme 15.000 o 20.000 euros en uno que se comienza a depreciar el día que se matricula. En lo que más me fijé a la hora de comprar fue en el kilometraje».

La venta de los vehículos de ocasión ha crecido con la segunda ola de la pandemia. Este septiembre se vendió un 20% más que en el mismo mes del año anterior (208.876 turismos), según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), que cifra en más de 1,3 millones los tratos cerrados en los ocho primeros meses de 2020. En estas transacciones, uno de cada tres coches tenía más de 15 años (73.417 el mes pasado). Con esa edad, en España hay casi ocho millones de turismos activos, del total de 24 millones que circulan por todo el territorio, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). «Este segmento es el que se vende por menos de 3.000 euros», dice una fuente de Faconauto, la patronal de concesionarios de automóviles.

Pago al contado

«El tramo de coches con más de 15 años está subiendo y la cuarta parte se vende en Madrid y Barcelona», analiza Raúl Palacios, presidente de Ganvam. «Los compradores de las regiones donde el coronavirus tiene más incidencia de contagios orientan sus preferencias hacia modelos de elevada antigüedad, que pueden pagar fácilmente al contado en un momento en el que la desconfianza hacia los transportes colectivos, como autobús o metro, les llevan a buscar soluciones de movilidad individuales». Los negocios con turismos viejos se suelen cerrar en efectivo. «Por la antigüedad y la cuantía no se suelen financiar», explica Palacios.

Desde el confinamiento, el uso del vehículo privado ha aumentado y el 25% de conductores reconoce que lo usa para actividades que antes hacía en transporte público o caminando, concluye un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE). «Por volumen, los coches de más de diez años son los que más se venden, siempre ha sido así», dicen desde la patronal, pero «es posible que con la pandemia la demanda se haya revitalizado. Está comprobado que estos vehículos no recorren muchos kilómetros al año y los compra gente que tiene desplazamientos puntuales. Se venden tanto porque son muy baratos y hay muchas familias que resuelven su movilidad con ese tipo de turismos, que deberían achatarrarse».

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En 2019 se dieron de baja casi 900.000 coches ante la DGT, por averías, siniestros o por no tener salida en el mercado. Por lo general terminan en el desguace. «La mayoría de los que procesamos en nuestras instalaciones oscilan entre los ocho y los doce años de antigüedad, y están en buenas condiciones tanto de mecánica como de chapa, pero sus propietarios adquieren vehículos nuevos», dice Raúl Ajenjo, que está al frente de las operaciones de Auto-Recycling Teo Martín, donde «descontaminan» el coche para seleccionar las piezas reutilizables, revisarlas y venderlas. «La estrategia idónea es que si tienen más de diez años de antigüedad sean achatarrados para obtener materias primas recicladas».

Sin embargo, la tendencia va en sentido contrario. Se vende el doble de usados que nuevos (2,1 de ocasión por cada uno salido de fábrica, según Ganvam), disparando en ocho meses la ecuación que antes se ubicaba en 1,7 usados por cada nuevo, en parte debido a que la venta de vehículos recién salidos de la fábrica ha caído un 13,5% durante este último mes que creció el de segunda mano. «La incertidumbre sanitaria y económica ha podido promover la compra de vehículos usados de alta antigüedad, por tener precios más asequibles», mantiene Noemí Navas, portavoz de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). «Pero este tipo de turismos son los principales causantes de la contaminación».

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Recesión acelerada

Los tres coches usados más vendidos este año de crisis son el Renault Megane (más de 50.000 unidades que han cambiado de mano), el Volkswagen Golf (casi 49.000) y el Seat Ibiza (45.000). Esta semana uno comprador ofrecía hasta 2.000 euros por un turismo posterior a 2001 y de gasolina. El diésel ha perdido el reinado y, aunque todavía representa el 59% del mercado, ha disminuido un 19% su demanda en el último año, según Ganvam. «Es necesario que estos vehículos de más de diez años, mucho más contaminantes y menos seguros, sean sustituidos por los que actualmente emiten un 30% menos de CO2 y han reducido en más del 85% las emisiones de NOx», dice Navas. Por su parte, el mercado de los eléctricos es residual. La oferta viene de parte de los 'car sharing' cuando cambian sus flotas, pero están fuera del alcance de los que buscan gangas.

Con las calles y carreteras llenas de un parque automotor de más de doce años de antigüedad, según datos de Anfac, la seguridad y el cumplimiento de la normativa medioambiental son dos factores que se evalúan para decidir si comprar un coche de cierto recorrido. «El mío anterior no consiguió la pegatina para circular por Madrid», cuenta De Fernando. «El de ahora me servirá otros cuatro o cinco años en ese sentido».

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Más inseguros

Uno de los inconvenientes de conducir un vehículo de longeva trayectoria es que se fabricó sin la tecnología actual para proteger las vidas. «Un coche antiguo tiene ratios de letalidad muy superiores en una misma situación, comparado con uno nuevo», afirma Antonio Lucas, director de Seguridad del RACE. «En España tenemos los mismos accidentes de tráfico que hace años pero hay menos muertos, gracias a la seguridad de los automóviles».

Los elementos de seguridad tienen que ver con la resistencia del vehículo y el grado de supervivencia de los ocupantes en caso de siniestro, explica Lucas. Es lo que se conoce como «pasivos». Los coches han mejorado en las zonas de seguridad, los cinturones, el anclaje de las sillas infantiles o la distribución de los 'airbags' que ahora también pueden estar en las zonas de rodillas y reposacabezas para proteger las cervicales. Luego están los elementos «activos», como el antibloqueo de frenos, un novedoso sistema para evitar que el turismo se salga de la vía, las alertas de la distancia de seguridad y el mecanismo automático de frenada. «Los coches actuales trabajan para reducir los errores humanos», afirma Lucas. «Incluso detectan la fatiga, que es la cuarta causa de siniestralidad».

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Para los profesionales, el mercado de ocasión tiene su mejor valor en los vehículos con una antigüedad de uno a cinco años, que han tenido el mayor crecimiento en el último año. «Los convierte en una palanca que hay que utilizar para impulsar el rejuvenecimiento del parque automotor», advierte Palacios. «Además hay otro efecto colateral, pues estos vehículos usados se convierten en un valor refugio, y están subiendo frente a la caída del nuevo. La gente está apostando por la movilidad».

En la búsqueda de un coche que cumpla con sus expectativas también se encuentra María, que trabaja en una empresa de fontanería en Madrid. «Tenía un BMW y lo devolví al concesionario. Era muy caro, por las cuotas y lo que consumía», dice mientras acaba de renovar un anuncio en un portal de automóviles. «No he encontrado nada. Llama muy poca gente. Quisiera uno automático, clase A del 2006. Con estas características tendría una pegatina tipo C y podría entrar al centro de la ciudad». Su oferta ronda los tres mil euros, y podría llegar hasta cuatro.

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En su contexto

  • 33% del mercado ocupa la venta de coches de más de 15 años de antigüedad. En lo que va de año, 453.289 han cambiado de manos.

  • Cientos de miles de coches se dan de baja En 2019 dejaron de circular 879.446 y subió el ratio de usados frente a nuevos, hasta duplicarlos, pero España sigue a la cola de Europa, con Reino Unido a la cabeza donde hay cuatro por cada uno.

  • 3.000 euros es el precio medio de los coches más antiguos que reúnen condiciones para poder circular por el centro de ciudades con restricciones.

  • Diésel, gasolina o eléctrico De los coches de ocasión vendidos en lo que va de 2020, el 38% se mueve con gasolina (519.000 unidades), el 59,5% con diésel (811.000) y el 0,2% usa electricidad (2.700), según Ganvam.

  • 25% de los conductores ha cambiado de hábitos durante la pandemia y ha utilizado más el coche en detrimento del transporte público o de caminar, según el RACE.

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