Burgos se postula como sede del Instituto Auschwitz, creado para educar en pensamiento crítico frente a populismos y extremismos

La institución, creada con motivo de la conmemoración del 75 aniversario de la liberación del campo de concentración y exterminio de Auschwitz Birkenau y el final de la Segunda Guerra Mundial, busca acercar a las aulas las enseñanzas que nos han dejado hechos tan dramáticos como los vividos en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, con los campos de concentración y las políticas de exterminio impulsadas por los nazis.

Una representación de la Fundación Auschwitz Birkenau, la Red de la Diplomacia de la Memoria y del propio Instituto Auschwitz Birkenau estuvieron la pasada semana en Burgos, provincia en la que se quiere abrir la delegación del instituto en Castilla y León. La idea es que cada comunidad autónoma tenga una delegación, empezando a trabajar en los territorios de La Rioja, País Vasco, Navarra y Castilla y León, mientras se avanzan los contactos con otras regiones.

La primera delegación ya está creada, en Logroño, ha explicado Enrique de Villamor, cónsul del Lugar de la Memoria Auschwitz Birkenau y presidente del Instituto Auschwitz España, donde se ha podido ver la exposición 'Campo de la Muerte Nazi Alemán, Konzentrationslager Auschwitz', herramienta central del proyecto educativo. De Villamor espera que para el primer trimestre de 2021 se esté trabajando ya en las otras tres comunidades autónonas. En Navarra la delegación estaría en Pamplona mientras que en el País Vasco se ha elegido Bilbao como centro de operaciones.

Y para Castilla y León se ha escogido Burgos como sede principal, aunque se valorará la creación de una subsede al otro extremo de la región. De ahí la reunión mantenida la semana pasada con el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el vicepresidente de la Diputación, Lorenzo Rodríguez, para impulsar el proyecto en la provincia y conseguir el apoyo de las instituciones. De Villamor ha insistido en que se trata de un «proyecto completamente apolítico», en el que lo importante es llegar a las aulas y contar los equipos y los recursos para ello.

Por ese motivo es indispensable que las instituciones que vayan a colaborar con la iniciativa presente su apoyo unánime. «No nos vamos a conformar con la decisión de los gobiernos por mayoría», explica el cónsul, sino que todas las formaciones de cada una de las instituciones deberá apoyar el proyecto. Y, de momento, están recibiendo muy buenas vibraciones, no solo en Burgos o en Castilla y León, sino en todas las regiones con las que han contactado para la creación de delegaciones.

Para la puesta en marcha del proyecto educativo lo primero será analizar el tejido docente, en este caso, de la provincia de Burgos y de provincias de proximidad. Hay que definir el público objetivo (alumnos de ESO, Bachillerato, ciclos formativos y universidad) y, con esos datos, determinar la estructura que se necesita para llegar a todos los centros educativos. Luego, formar el equipo de trabajo y, con la financiación que se reciba de las administraciones, echar a andar.

Masters, cursos de formación para profesorado y alumnado, cursos de verano, proyectos europeos compartidos, colaboración con universidades, proyectos de investigación científica, voluntariado, prácticas internacionales, conferencias, mesas redondas, ciclos de cine, exposiciones educativas, encuentros internacionales o viajes y expediciones educativos a los Lugares de la Memoria son algunas de las propuestas que encajarán en el proyecto formativo.

El objetivo «es educar en pensamiento crítico, advirtiendo del peligro de los populismos y pensamientos extremos». Hay que enseñar a los jóvenes la importancia de tener capacidad de análisis crítico de la realidad, ser reflexivos y contrastar la información, ha explicado De Villamor. De lo contrario se puede llegar a situaciones tan dramáticas como las vividas en el campo de concentración de Auschwitz Birkenau, «el extremo de los extremos». Hay que construir una sociedad asentada en los valores democráticos y los derechos humanos, afirma De Villamor.

Para Enrique de Villamor, Burgos puede ser «uno de los puntos fuertes de la red española» del Instituto Auschwitz. Y las administraciones, de momento, se han mostrado muy dispuestas a colaborar. El Ayuntamiento, a través de sus propios programas educativos y ofreciendo espacios para la exposición. Y la Diputación, facilitando los contactos con el mundo docente rural, pero también ofreciendo la experiencia de Castrillo Mota de Judíos, un referente internacional en la lucha contra el antisemitismo.

El Instituto Nacional Auschwitz Birkenau es la estructura nacional para desarrollar la Red Mundial de la Diplomacia de la Memoria, «una herramienta de enorme valor e influencia social». La intención de sus promotores es arrancar con el proyecto educativo en La Rioja, Navarra, País Vasco y Castilla y León, mientras se mantienen contactos con otras comunidades, como Andalucía o Valencia, las más avanzadas para acoger futuras delegaciones de la iniciativa.