Iñigo Gurruchaga
Glasgow
Miércoles, 10 de noviembre 2021, 10:22
El primer borrador del texto propuesto por la presidencia británica como conclusión de la cumbre climática, COP26, que se desarrolla en Glasgow, aplaza la mayor parte de las decisiones que serían necesarias, según el documento, para cumplir con el objetivo de contener el calentamiento del ... planeta y responder al cambio climático.
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El documento, que se describe como 'decisión' en el lenguaje de la Organización de Naciones Unidas, reconoce en la primera de sus siete páginas la ciencia consensuada por el Panel Intergubernamental y expresa «alarma y preocupación» por el calentamiento ya achacado a la actividad humana. Subraya también «la urgencia de aumentar la ambición y la acción». El resto del texto es un aliento sobre el futuro.
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Reconociendo la importancia y urgencia de las medidas de adaptación a los cambios en el clima, anima a los países miembros a elaborar sus planes de adaptación y al Panel a evaluar cientíticamente las necesidades. Pero luego reconoce, con «grave preocupación», que los fondos disponibles para que los países menos desarrollados y más vulnerables adopten medidas de adaptación son insuficientes.
En la conclusión de la COP26, si el borrador es aceptado, la Conferencia del Cambio Climático alentará a los países miembros a adelantar sus planes para la reducción de emisiones. Pero las decisiones se adoptan por consenso y no establecen medidas legales para su implementación. El compromiso de las reducciones anunciadas para cumplir el objetivo de un aumento de la temperatura de menos de 1.5º en 2100 se basa en la voluntad.
En el capítulo de finanzas y tecnología el texto anota el impacto que ha tenido la pandemia en las cuentas de los estados en economías desarrolladas. El alto nivel de endeudamiento y la preocupación sobre las circunstancias que se predicen para los próximos años retrae a los ricos, mientras la COP26 pide que el apoyo se canalice a través de subvenciones y formas de finanzas con fuerte acento en la «concesión».
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Los capítulos sobre implementación de los acuerdos y sobre la colaboración necesaria entre países están redactados en el lenguaje que irrita a los activistas del cambio climático, pero que es el habitual en las cumbres COP. Esta edición se presentaba como la implementación del tratado acordado en París en 2015. Parece ofrecer más evolución que un momento decisivo.
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