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Gonzalo Bosch Rodríguez
Valencia
Viernes, 1 de marzo 2024, 16:28
Ocho días después del incendio que arrasó 131 viviendas del edificio de Campanar, los bomberos han hallado con vida al gato Coco, la mascota de una de las vecinas afectadas. El hallazgo se ha producido en torno a las 12:30 de la mañana ... del viernes y su dueña, Andrea, se ha fundido en un abrazo con los bomberos que han encontrado al felino. «El gato está bien, lo dábamos por perdido», ha afirmado su dueña a los medios que estaban en la zona.
Según ha afirmado la propia afectada, el gato ha aparecido en el piso número 13, dos por encima de la casa donde vivían. Los bomberos realizaban las tareas de limpieza de la fachada cuando han visto al gato moverse entre los escombros. Un equipo, que realizaba el registro del piso de Andrea para la recogida de enseres ha podido recuperar al gato al ser avisados. Un milagro que se ha hecho realidad. Andrea ha abandonado la zona llena de alegría por volver a tener en sus brazos al animal, y se ha dirigido directamente a un hospital veterinario en Mislata para analizar a Coco y asegurarse que se encuentra en las mejores condiciones posibles.
El pasado 22 de febrero, durante el incendio, Andrea habló con este diario mientras miraba como el edificio ardía. «Mi gato Coco está dentro del piso», afirmaba mientras lloraba durante la tarde de ese jueves negro. Andrea se enteró del incendio por una llamada de su madre que seguía la tragedia por televisión. «Coco está dentro», no dejaba de repetir. Andrea se quedó allí, sobrecogida mientras veía como su vivienda se calcinaba. «Me quedo sin casa», lamentaba mientras lloraba por la posible pérdida de su animal.
Este es el momento en el que la propietaria se reencuentra con su mascota #IncendioCampanar pic.twitter.com/a15BEiAFjm
— PoliciaLocalValència (@policialocalvlc) March 1, 2024
Ocho días después, Andrea se ha podido reencontrar con su mascota y ha vivido un momento de inmensa alegría entre tanta tristeza sufrida por el incendio. Además, la vecina ha podido recuperar de su vivienda quemada algo de dinero, joyas, documentación, ordenadores, algo de ropa y calzado, maletas, libros y algún electrodoméstico de pequeño tamaño (robot de cocina, 'roomba', impresora). Andrea, que no terminaba de creerse que Coco seguía vivo, se secaba las lágrimas mientras abandonaba la zona. Y Coco, metido en su bolsa de traslado, se marcha con ella.
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