Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este martes 21 de enero
Los duques de Sussex, junto a Carlos III y su esposa Camila en el funeral de Isabel II. reuters
'Bombardeo' de Enrique a los medios sensacionalistas y a su familia: «Algunos se metieron en la cama con el diablo»

'Bombardeo' de Enrique a los medios sensacionalistas y a su familia: «Algunos se metieron en la cama con el diablo»

La promoción del libro 'Spare', que se publica este martes, daña su reputación y rompe puentes al atacar a la «villana» Camila

IÑIGO GURRUCHAGA

LONDRES

Lunes, 9 de enero 2023, 13:39

El príncipe Enrique parece haber destruido los ya endebles puentes que le unían con el rey Carlos III y su hermano Guillermo, tras aumentar el calibre de sus críticas a ellos y a la institución de la monarquía en las entrevistas de promoción de su ... libro, «Spare' (En la sombra), que se publicará este martes. El cisma en la familia real está acaparando la atención de los medios británicos.

La prensa británica cree que sus críticas a Camila, reina consorte, impedirán el restablecimiento de una relación cordial con su padre. Enrique la describe como «peligrosa» y «villana», «la tercera en el matrimonio», «la que necesitaba rehabilitarse», en una entrevista del canal de televisión ITV. En el libro dice que él y su hermano la apoyaron como pareja de su padre; le pidieron, sin embargo, que no se casase con ella.

El padre no respondió a sus hijos. «Pero ella sí», afirma Enrique. El peligro y la villanía de Camila se deben a que, después de mantener con ella «varias cumbres privadas, comenzó a trabajar en el largo plazo. Empezaron a publicarse en todos los periódicos artículos sobre sus conversaciones privadas con 'Guille'. Artículos que contenían detalles exactos y que por supuesto no los había filtrado él», afirma.

En el libro y en las entrevistas, el duque de Sussex insiste en que «algunos miembros de la familia se metieron en la cama con el diablo». El demonio es la prensa, en especial la más popular y sensacionalista. Señala la larga campaña de rehabilitación de Carlos y Camila hacia su matrimonio. Y cómo competían con Guillermo y Catalina para ganar la simpatía del público.

Enrique afirma que ama a su padre, a su hermano y a su familia, pero que «se comportaron de manera horrible» ante el fallecimiento de la reina Isabel II. Sin ofrecer detalles, señala que los responsables de las relaciones públicas de los miembros de la familia compitieron también en ese momento, «filtrando y plantando» informaciones a los medios.

Empacho

En su deseo de «reconciliación pero con responsabilidad», el príncipe se eleva sobre sus familiares. Pero parece practicar lo que critica en otros. Describe, por ejemplo, una conversación con su padre y su hermano, tras el funeral del duque de Edimburgo, en la que Guillermo pronunció un juramento que al parecer era «el código universal» entre los dos hermanos: «Te juro por la vida de mi madre que quiero que seas feliz, Harold». El príncipe Harry confiesa ahora que no le creyó.

El público ha tenido en las últimas semanas una serie en Netflix sobre Enrique y Meghan, ahora un libro y un bombardeo publicitario. ¿Se mantendrá el apetito? ¿Quién quiere leer páginas sobre la callada tensión entre Enrique y la asistenta de la reina Isabel II sobre la tiara que lució su esposa, Meghan Markle, en la boda? O sobre los problemas que tenía para aparcar en el recinto del Palacio de Kensington.

Algunos adelantos del libro han causado rechazo hondo. Enrique afirma que mató a 25 soldados talibanes cuando fue desplegado con las tropas británicas en Afganistán. Y que al matarlos no los contemplaba como seres humanos sino como «piezas de ajedrez». Mandos militares le han reprochado ese lenguaje, que califican de ajeno a una doctrina en la que no se cuentan muescas de enemigos muertos.

En la entrevista con ITV afirmó que no considera racista a su familia y que nunca lo dijo en una entrevista de Meghan y él con la estrella de la televisión estadounidense, Ophra Winfrey. Achacó a la prensa británica haber asociado sus palabras a una acusación de racismo. Él señaló a un «sesgo inconsciente» contra personas de otro color, que no sería equivalente al racismo.

Más americano y más rico, el segundo hijo de Diana parece haberse alejado de la familia real de manera irreversible. Las encuestas señalan un fuerte rechazo. Él mismo habría pensando en no publicar el libro tras su estancia en el Reino Unido, en los actos del Jubileo de Platino de Isabel II. Habrá que ver si tiene algún papel en la coronación de su padre en mayo.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta 'Bombardeo' de Enrique a los medios sensacionalistas y a su familia: «Algunos se metieron en la cama con el diablo»