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Colpisa/Afp
Martes, 31 de diciembre 2019
De Este a Oeste, el mundo celebra la llegada de 2020. Una multitud deliró al caer la bola luminosa de Times Square en Nueva York al inicio del 2020 mientras que en ciudades como Santiago de Chile y París los escenarios de las protestas sociales ... acogieron las celebraciones que dejaron atrás un año de desventuras.
Miles de millones salieron a las calles de Nueva York para dar la bienvenida al nuevo año tras uno marcado por revueltas políticas y sociales. «No estoy particularmente optimista por el futuro», dijo a la AFP Natalie Reinhart, de 29 años, en la plaza Times Square. «Creo que nadie piensa que el mundo está bien y pienso que eso es uno de las cosas que definen a la década», dijo. «Hay una especie de notorio pesimismo. Hasta las canciones pop son tristes», añadió.
En Chile, aún sacudido por un inesperado estallido social en 2019, millares de manifestantes convergieron en la Plaza Italia de Santiago, epicentro de las protestas, para celebrar «un año nuevo con dignidad», mientras en Río de Janeiro una multitud acogió el 2020 con la multitudinaria fiesta en la playa de Copacabana
Decenas de miles de personas se congregaron en la avenida de los Campos Elíseos de París, escenario en 2019 de enfrentamientos entre la policía y los 'chalecos amarillos', que protestan contra la política social del gobierno y a los que se les prohibió manifestarse este martes por la noche.
En Japón, muchas personas acudieron a los templos para llamar al nuevo año, mientras que en Hong Kong la policía disparó gases lacrimógenos contra manifestantes prodemocracia que habían formado largas cadenas humanas. Contaron el paso a 2020: «¡Diez! ¡Nueve! ¡Liberen a Hong Kong, la revolución ahora!». Los grandes fuegos artificiales tradicionales habían sido cancelados por razones de seguridad.
Una muchedumbre se congregó en Pyongyang para un concierto en el centro de la capital norcoreana a medianoche, acompañado de fuegos artificiales sobre un escenario iluminado con luces de neón, donde se representaba un espectáculo de danza. En Corea del Sur, los habitantes celebraron rituales durante las cuales se hace sonar campanas.
En Londres, después de haber permanecido en silencio debido a obras de restauración, la campana del Big Ben sonó a medianoche y hubo fuegos artificiales en las orillas del Támesis. El presidente Vladimir Putin pidió en su mensaje de felicitaciones «unidad» para continuar el «desarrollo» del país, en el vigésimo aniversario de su llegada al poder en 1999. Rusia celebró el año nuevo en las distintas zonas horarias del territorio. Los moscovitas se reunieron alrededor del Kremlin para disfrutar de los fuegos artificiales.
Sídney fue la primera en dar la bienvenida al nuevo año. La ciudad australiana abrió las celebraciones del Año Nuevo en todo el mundo con su habitual espectáculo de pirotecnia sobre la bahía, a pesar del humo procedente de los incendios que asolan Australia. De hecho, 280.000 personas firmaron una petición para que se cancelaran los fuegos artificiales. Donde no hubo espectáculos de pirotecnia fue ni en la capital australiana, Canberra, ni en los suburbios del oeste de Sídney.
Quienes no querían fuegos artificiales pidieron que los 4,5 millones de dólares que ha costado el espectáculo se utilizaran para combatir los incendios, pero las autoridades alegaron que el acontecimiento reportaba a la ciudad unos 91 millones de dólares y que cancelar el evento no ayudaría a las ciudades afectadas por el fuego. «Nos hemos comprometido en aprovechar el enorme poder del evento para recaudar más dinero para combatir la sequía y los incendios en las comunidades afectadas», declaró el alcalde de Sídney, Clover Moore.
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