Los bancos de alimentos atienden a un 40% más de beneficiarios

Con esos 21 millones de kilos, las organizaciones humanitarias pretenden capear el hambre para el próximo trimestre, incluido febrero. La Fesbal se encuentra desbordada, dado que la demanda no ha parado de crecer y lo seguirá haciendo en los próximos tiempos, haya o no vacuna. Estas entidades han pasado de atender a 1.050.000 personas, a 1,5 millones en verano. La federación teme que al acabar el año las personas que engrosen las colas del hambre alcancen los 1,8 millones, de los cuales 350.000 son niños.

Se avecina el frío del invierno y los meses más duros, pues a la carencia de sustento, se unen las dificultades para pagar las facturas de la calefacción y el agua caliente. Este año la recogida de alimentos será distinta. En vez de hacer de que los donantes compren productos directamente en tiendas y supermercados para luego depositarlos en el establecimiento, en esta campaña, por exigencias de seguridad ocasionadas por el coronavirus, las personas podrán pagar en caja la cantidad que deseen ofrecer, de manera que la cesión queda reflejada en su tique de compra. De esta manera se quiere manipular lo menos posible los alimentos. También se arbitra la posibilidad de poder donar de forma digital a través de la página granrecogidadealimentos.org. Se trata de una nueva fórmula que ha sido «ensayada con éxito» en Alicante, lo cual no libera de preocupación a los dirigentes de Fesbal, dado que es la primera vez que se implementa esta modalidad con carácter nacional.

Los responsables de Fesbal reconocen que el perfil del demandante de ayuda ha cambiado. Al principio de la crisis atendían a personas que vivían de la economía sumergida, trabajadores con contratos temporales a los que no se les renovaba, gente sometida a los ERTE y que sufrían el retraso en el cobro de la prestación… Pero este estereotipo se ha ampliado y ahora acuden, además de inmigrantes, muchos empleados de la hostelería golpeados por el cierre de establecimientos, autónomos y cuidadores que se han quedado en paro al morir el anciano al que protegían.

Juan Vicente Peral subraya que el aumento de los beneficiarios alcanza el 50% cuando los demandantes de auxilio viven en zonas turísticas. Con iniciativas como la gran recogida de alimentos no se alcanza el conjunto de productos que se necesitan para satisfacer todas las necesidades. «La mitad de las donaciones proceden de la UE, otro 25% se trata de frutas y hortalizas retiradas del mercado pero que son perfectamente aprovechables, y el resto son donaciones privadas», aduce.

El año pasado se recabaron 21 millones de kilos, participaron en la operación 121.000 voluntarios y establecieron 11.000 puntos En esta edición los voluntarios actuarán a título informativo. Han sido formados por los bancos de alimentos y, en turnos de 4 horas, se encargarán en los puntos de recogida de informar a los clientes sobre cómo es la nueva forma de donar.

El Banco de Alimentos de Madrid, que este año cumple 25 años, pretende conseguir 2,5 millones de kilos. Cuenta con la ayuda de Iker Casillas y enviará voluntarios a los supermercados los días 20, 21 y 22, para alentar las donaciones.