Borrar
Unos voluntarios intentan salvar a una ballena encallada en la costa sur de Australia. EFE
Unas 460 ballenas quedan varadas en la costa sur de Australia

Unas 460 ballenas quedan

varadas en la costa sur de Australia

Los científicos creen que el accidente pudo deberse a un error del guía de la manada

Miércoles, 23 de septiembre 2020, 18:43

A vista de pájaro, la escena de 460 ballenas encalladas en la costa del sur de Australia es desoladora. Los cetáceos evocan la imagen tantas veces contemplada de un montón de peces todavía coleando y dando los últimos estertores por culpa de un vertido contaminante. ... Pero en este caso las aguas de Tasmania no están envenenadas. Los animales que yacen en la bahía de Macquarie lo tienen muy difícil para sobrevivir. Por ahora se puede certificar la defunción de 380 de ellos. «Unos treinta ejemplares siguen vivos y la buena noticia es que pudimos salvar a 50», aseguraba ayer Nic Deka, director del departamento de Parques y Vida Silvestre de Tasmania, quien acabó extenuado a causa de los ingentes esfuerzos para sacar de los bancos de arena a los mamíferos. Como él, unos 60 conservacionistas, voluntarios y trabajadores de piscifactorías locales se afanaban este miércoles en las maniobras para rescatar a las ballenas que aún quedaban con vida.

Es muy difícil saber qué impulsó a los cetáceos a acercarse tanto a la playa para encontrar allí la muerte. Kris Carlyon, biólogo del Programa para la Conservación Marina, arriesga una hipótesis. Los animales se adentraron peligrosamente en el litoral en busca de alimentos, confiados en que «una o dos ballenas» piloto los conducirían con tino a un lugar donde aprovisionarse de comida. Por desgracia, un despiste en la orientación de los cetáceos que ejercían el liderazgo pudo arrastrar a las demás a una muerte masiva. A veces la confusión viene provocada por una enfermedad que sufre el mamífero que hace de guía. En ocasiones anteriores, los expertos han sugerido la posibilidad de que las ballenas se confundan fácilmente en sus trayectos si son atraídas por las ondas que emiten los sonares de los grandes buques. Como especies sociales que son, si un ejemplar comete un error, los que le siguen lo reproducen.

Quienes procuraban ayer salvar a los cetáceos llevan trabajando dos días en condiciones extremas. «Se concentran en su tarea, es un trabajo agotador, algunos están sumergidos en las aguas frías hasta el torso. Intentamos hacer turnos entre los equipos», explicó Deka. El método más expeditivo para socorrer a estas ballenas es remolcarlas hasta aguas más profundas, como hicieron algunos barcos con suerte desigual.

Las numerosas fotos y vídeos que tomaron algunos testigos muestran que algunos especímenes medían hasta siete metros de largo y pesaban unas tres toneladas. Hace once años también encallaron en estas aguas otras doscientas ballenas.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Unas 460 ballenas quedan

varadas en la costa sur de Australia