La sociedad española parece tener normalizado el consumo del alcohol, que se asocia, como pocas sustancias, al ocio y las relaciones sociales. Quizá por ello, el abuso del alcohol se ha mantenido durante muchos años oculto, pero no por ello se ha de minimizar lo ... que para muchos es un «problema de primer orden», también en Burgos, que se ha sumado a la celebración del Día Mundial Sin Alcohol.
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Así lo entiende Manuel Fuentes, responsable de Fundación Candeal - Proyecto Hombre, una de las entidades que más y mejor conocen los efectos del consumo abusivo del alcohol. No en vano, por sus instalaciones pasan cada año decenas de personas en busca de tratamiento para intentar dejar atrás una adición que genera problemas de salud, sociales, económicos y conductuales.
De hecho, las estadísticas que manejan desde Proyecto Hombre son devastadoras. Más de la mitad (53%) de las personas que acuden a sus servicios consumen alcohol de manera abusiva. Buena parte de todos ellos, además, lo consumen de manera asociada a otras sustancias. En este sentido, Fuentes subraya que «no se trata de población marginal», ni mucho menos, ya que el alcoholismo es una adicción presente en todos los estratos sociales.
De hecho, el consumo está tan «normalizado» en España que no es raro ver a personas «muy jóvenes» con cuadros de alcoholismo. «Los datos oficiales, que se pueden extrapolar perfectamente a Burgos, indican que un 22% de los menores de 21 años se han emborrachado en el último mes», una situación ya de por sí preocupante, pero que se agudiza si se tiene en cuenta que un 31% de los mismos se ha emborrachado a través de lo que se denomina «atracón».
Se trata, sin duda, de uos datos «escandalosos» que obligan a una reflexión profunda. No en vano, el alcohol, ya de por sí dañino, es una sustancia «muy perjudicial» en las «personas en formación», esto es, en los jóvenes.
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A juicio de Fuentes, la situación actual deriva de varios factores, empezando por las facilidades que se tienen para acceder al alcohol. «Es una sustancia legal y, a pesar de las prohibiciones, incluso los jóvenes tienen acceso a bebidas alcohólicas», incide el responsable de Proyecto Hombre. Sin embargo, esta circunstancia no explica por sí sola la masiva presencia del alcohol en España en general y Burgos en particular. De hecho, para explicarlo, hay que profundizar en factores socioculturales muy arraigados en la cultura ibérica.
«El consumo del alcohol está totalmente normalizado desde hace siglos. Las propias familias lo toleran, porque lo han visto siempre y los jóvenes de entre 14 y 18 años perciben el alcohol como la sustancia menos dañina», explica Fuentes. Sin embargo, abunda, el alcohol genera multitud de problemas sociales y de salud. «Es la causa de muchas enfermedades, se relaciona con peleas, con accidentes de tráfico y con conductas conflictivas, además de provocar enormes problemas familiares y económicos», subraya.
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Por eso, añade, es tan importante la «prevención», que pasa por «informar y formar». «No podemos ser simplistas» y pensar que un simple cambio legal va a reducir significativamente el consumo del alcohol, ni mucho menos. Hacen falta medidas estructurales y permanentes. A este respecto, Fuentes pone el ejemplo del tabaco. Los órdagos lanzados en los últimos años contra el consumo del tabaco han conseguido, no sólo reducir el número de fumadores, sino que los jóvenes ya lo vean más dañino que otras sustancias, como en cannabis.
Ese impulso a la prevención también se está extendiendo a otros ámbitos en los que el consumo del alcohol también afecta de lleno, aunque a menudo haya pasado desapercibido. Ese es el ejemplo del mundo laboral, donde el alcohol ha estado presente durante mucho tiempo. «Más de la mitad de las personas que acuden a Proyecto Hombre con problemas de alcoholismo están en edad de trabajar» y «entre el 15% y el 25% de los accidentes laborales están vinculados al alcohol», subraya Fuentes.
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Con esos datos sobre la mesa, desde Proyecto Hombre se ha comenzado a trabajar en colaboración con la patronal y los sindicatos para intentar erradicar la presencia del alcohol en los lugares de trabajo. Según explica Fuentes, se trata de un proyecto que «está dando sus frutos» y que aborda ámbitos de prevención, sensibilización y capacitación de los mandos intermedios. De hecho, ayer mismo se celebró una jornada al respecto organizada por el sindicato UGT en la que se pusieron en común estrategias y vías de actuación.
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