Adiós a la rifa de 'Tiriti Trump'

Sin embargo, la secular tradición quedará este año interrumpida. La rifa del cerdo va a dejar de celebrarse por el éxito de la presión de los grupos animalistas, que desde hace años denuncian a la Hermandad de San Antón y San Antonio Abad, organizadora del evento, ante el Gobierno de Castilla-La Mancha por la supuesta vulneración de la ley de Protección de Animales. Las denuncias terminaron en sanciones a la hermandad de la Consejería de Agricultura, que le acarrearon el pago de multas de hasta 300 euros, muy gravosas para su frágil economía. Multas y presiones que han obligado a la agrupación a poner fin al conocido como festejo de 'El guarrillo de San Antón'.

Desde tiempos inmemoriales, al marrano que se iba a sortear se le dejaba suelto durante semanas por las calles de Almagro, como si se tratase de un habitante más de este pueblo, y eran los propios vecinos, que habían adquirido papeletas para su rifa -cerca de 2.000 cada año-, los que lo alimentaban. Así fue hasta que en 1994 alguien robó el cochino de ese año. Desde entonces, la hermandad se encargaba de cebarlo en privado para luego exhibirlo enjaulado en la Plaza Mayor de Almagro días antes del sorteo.    

Ampliar

Según los colectivos denunciantes, cuya tesis ha triunfado, la rifa de animales supone tratarlos como «meros objetos» cuando la normativa castellano-manchega persigue su respeto. Desde la Hermandad de San Antón y San Antonio Abad, sus portavoces rechazan «cualquier práctica que suponga violencia, maltrato o explotación de los animales» y consideran que los animalistas, «lejos de conocer las necesidades de los animales, pretenden humanizarlos y no saben diferenciar los cuidados de un perro con los que debe tener otro animal no doméstico». Polémicas aparte, lo cierto es que 'Susi' -por Susana Díaz, la expresidenta de Andalucía-, de algo más de cien kilos de peso, la cerda que se sorteó el año pasado, fue la última de la rifa de San Antón en Almagro.

La tradición, no obstante, no parece que vaya a perderse, al menos por el momento, pues sigue viva en otros pueblos como La Alberca (Salamanca). Ahí, el conocido como 'marrano de la Alberca', el año pasado de nombre 'Antonio', se pasea y alimenta también durante meses por las calles del pueblo, entre 'selfies' con niños y turistas, hasta que el día de San Antón el ganador se lleva los 160 kilos de cerdo o su valor equivalente en embutidos ibéricos.