¿Por qué se adelantan los relojes?

¿Quién tuvo la primera idea?

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El inventor del pararrayos, Benjamin Franklin, fue la primera persona que sugirió el concepto de ahorro de luz. En 1784, durante su época como embajador de Estados Unidos en Francia, envió una carta al diario 'Le Journal' de París en la que proponía algunas medidas para ello.

Las tres medidas propuestas por Franklin

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Franklin propuso tres medidas: imponer un gravamen a las personas cuyas contraventanas impidiesen la entrada de luz en sus habitaciones, regular el consumo de cera y velas y hacer repicar las campanas de la iglesia al amanecer para que todo el mundo se levantase a la misma hora.

La idea de un entomólogo neozelandés

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Aquellas propuestas de Franklin cayeron en saco roto durante más de un siglo. A finales del XIX, el entomólogo neozelandés George Vernon Hudson presentó dos trabajos a la Sociedad Filosófica de Wellington donde proponía un ajuste de horario en los países al Sur de la latitud de 30º. Su propuesta tampoco tuvo relevancia.

'El desperdicio de la luz del día'

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Unos años más tarde, en 1910, el constructor británico William Willet, gran aficionado al golf, y al que le molestaba tener que suspender una partida al atardecer, publicó el folleto 'El desperdicio de la luz del día', donde proponía adelantar el reloj en los meses de verano. La propuesta de Willet sugería hacerlo en tandas de veinte minutos durante tres semanas. Un miembro del Parlamento británico recogió la idea e hizo una propuesta de ley pero ahí quedó todo.

Alemania durante la I Guerra Mundial

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No fue hasta el 20 de abril de 1916, en plena I Guerra Mundial, cuando Alemania y el Imperio Austrohúngaro aprobaron el cambio de hora para reducir las horas de iluminación artificial y así ahorrar carbón, recurso que podría utilizarse en artefactos de combate. La medida pronto fue imitada por países de ambos bandos en conflicto.

Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial

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Estados Unidos redactó en 1918 una ley federal estandarizando el inicio y fin del horario de verano para aquellos Estados que así lo quisieran pero no fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando se obligó a todos los Estados a establecer el horario de verano con el fin de ahorrar energía y recursos durante la contienda.

España y la crisis del petróleo de los años 70

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En 1974, en plena crisis el petróleo, los españoles adelantaron por primera vez sus relojes. Ahorrar energía era una prioridad para el Gobierno de la época.

Una Directiva Europea de 1984

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Desde principios de los años ochenta toda Europa adopta el horario de verano. En un principio cada país decidía cuándo quería hacerlo entre los meses de marzo y abril. La Comisión Europea decidió armonizar la misma fecha de inicio del cambio al horario de verano con la Directiva Europea 2000/84/CE.