Acusan de maltratar a su bebé a una joven condenada por la muerte de otra hija

En el banquillo se sentarán los padres, que ya no son pareja, y la abuela materna del bebé. A los tres se les acusa de maltratar al pequeño de tres meses, al que habrían causado fracturas en las piernas. La Fiscalía de Málaga pide la misma pena -cinco años de cárcel- para cada uno de ellos por un delito continuado de lesiones.

Se da la circunstancia de que la madre, que es española y ronda la treintena, ya tiene en su historial una condena por la muerte de otro bebé, una niña de tres meses que falleció con signos de malnutrición severa y traumatismos.

El primer caso ocurrió en 2016. Un joven se subió a un autobús de línea de Málaga con su hija en brazos, que no respondía, y se desplazó al Materno. Cuando llegó a urgencias del hospital, la pequeña ya estaba muerta. Los pediatras activaron el protocolo ante la sospecha de maltrato infantil y avisaron rápidamente a la Policía Nacional, que detuvo allí mismo al padre y buscó a la madre, que alegó que estaba trabajando. También fue arrestada.

La pareja, de veintipocos años, ingresó en prisión provisional a la vista de los hallazgos de la autopsia y la inspección ocular de la vivienda, una casa de alquiler en la barriada de Puerto de la Torre que presentaba falta de higiene y salubridad.

Los padres fueron condenados en diciembre de 2018 a 20 años de cárcel por un delito de asesinato -alevosía por desvalimiento- con la circunstancia agravante de parentesco. El jurado concluyó que «no tenían la intención de provocar la muerte de su hija», pero que «fueron conscientes» de que le estaban proporcionando una alimentación insuficiente para que pudiera subsistir.

La resolución judicial destacó «la situación de absoluta indefensión» de la bebé y recordó que los dos padres eran «las únicas personas que se encargaban de atenderla». Pese a ello, siguieron alimentándola de forma insuficiente y tampoco acudieron a solicitar asistencia médica, siempre según el fallo de la Audiencia, que sentenció: «Les resultaba indiferente que se pudiera morir».

La pequeña nació el 6 de agosto de 2016 con un peso de 3,68 kilogramos y una talla de 52 centímetros. Murió el 10 de noviembre de ese mismo año con un peso de 2,9 kilogramos y una talla de 54,5 centímetros. Es decir, en sus tres meses de vida no sólo no cogió peso, sino que perdió casi 700 gramos.

En la resolución judicial se establecía que la niña sufrió una caída a finales de octubre o principios de noviembre de 2016 que le provocó un traumatismo craneoencefálico sin que los acusados, «que estaban presentes cuando se produjo», la llevaran a ningún centro sanitario para que fuera reconocida.

«La causa fundamental de la muerte fue la malnutrición severa que sufría», explicaba la sentencia de la Audiencia Provincial, que señalaba como «causa inmediata» del óbito una bronconeumonía provocada por la falta de alimentación». Al resultado de muerte «ayudó el traumatismo» por su localización en el sistema nervioso central, concluyó el fallo.

La pareja, que se separó durante el proceso, recurrió la sentencia de la Audiencia malagueña. En mayo de 2019, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rebajó la condena de 20 años de cárcel por asesinato a cuatro años por un delito de homicidio imprudente al considerar que no actuaron deliberadamente.

La sentencia del TSJA les abrió la puerta de la cárcel, donde ella, al parecer, rehizo su vida con una nueva pareja, 20 años mayor. Al salir de prisión, la joven se quedó embarazada y en abril de 2021 dio a luz a un niño. Se instalaron en la zona de Héroe de Sostoa, en Málaga capital, con la madre de ella.

La Fiscalía, que pedía prisión permanente revisable por la muerte de su primera hija, recurrió al Supremo, que en junio de 2021 anuló la sentencia del TSJA al apreciar contradicciones en la redacción de los hechos probados y ordenó que se dictara una nueva. El Alto Tribunal andaluz corrigió el fallo y, aunque reconoció que la actuación de los padres rayaba el dolo eventual, lo que habría llevado al asesinato, confirmó la condena por homicidio imprudente y les impuso una pena de cuatro años de cárcel.

La última sentencia tiene fecha del 15 de julio de 2021. Ella la recibió en prisión. Justo un día antes, fue encarcelada por, presuntamente, maltratar a su segundo hijo. También fue detenido su nuevo compañero sentimental, padre de este bebé, aunque él quedó en libertad provisional con una orden de alejamiento. Posteriormente, la madre de ella, con la que convivían en el domicilio de Héroe de Sostoa, también fue acusada.

La Fiscalía sostiene que, la tarde del 10 de julio de 2021, las acusadas -madre y abuela del pequeño-, «con ánimo de menoscabar su integridad física», le habrían causado una fractura en la tibia derecha, un morado en el párpado derecho y un hematoma en el pie izquierdo sin que ninguno de ellos llevara al menor al hospital.

A la mañana siguiente, sobre las 6.30 horas, al padre supuestamente se le cayó el bebé mientras le daba el biberón y, al cogerlo, le causó una fractura en el fémur izquierdo. A las 7.42 horas del 11 de julio se desplazó al Hospital Materno Infantil, donde activaron el protocolo y descubrieron los antecedentes de la madre.

El menor precisó de un tratamiento analgésico y ortopédico -con un arnés especial- que requirió unos 33 días para su curación, de los cuales 10 fueron con un perjuicio grave y 23 de perjuicio moderado. Afortunadamente, no le han quedado secuelas. Actualmente está a cargo de una familia de acogida a la espera de que concluya el proceso judicial. Los padres no pueden acercarse a él, ya que la orden de alejamiento impuesta por el Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga sigue vigente.

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