La diversión está garantizada en este grupo, pero también las confidencias y el apoyo. AYTHAMI PÉREZ

Actividades, cuidados y mucho humor: las Abuelas de Gamonal recuperan el ritmo

La Asociación Abuelas de Gamonal trata de recuperar su ritmo de actividades tras la pandemia de la covid-19. Muchas socias siguen con miedo a acudir a los talleres. Las que sí lo hacen resaltan las ventajas que pertenecer a la asociación les supone en su vida personal

Sábado, 21 de mayo 2022, 09:31

En una sociedad que tiende el individualismo, donde el concepto de comunidad o barrio está desapareciendo, en la que las personas somos más longevas y aumentan las muertes en soledad, el asociacionismo es la auténtica contracultura. Y en la ciudad de Burgos en ese espacio ... resiste, desde hace 32 años, una de las asociaciones más queridas y conocidas de la ciudad, la Asociación Abuelas de Gamonal.

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Su sede lleva 30 años en un local cedido por el Ayuntamiento y ubicado en el barrio de Gamonal. En este barrio se ideó y fundó también la asociación. Pero el apellido Abuelas de no implica que todas las socias sean de este barrio. «No todas las socias son de Gamonal, ni todas vivimos aquí, hay socias de toda la ciudad, aquí tenemos cabida todas las abuelas y mujeres que quieran», explica Basilisa Román, actual presidenta de la asociación.

Siempre han sido una asociación muy activa e involucrada con las actividades de la ciudad de Burgos, pero la pandemia ha hecho mella también en su funcionamiento. «No hemos recuperado el ritmo de antes de la pandemia», reconoce Basi. Con el confinamiento se redujo mucho el número de socias. Ahora son unas 100, pero han llegado a ser 400 en los primeros años. «Hay muchas socias que todavía tienen miedo a reunirse, a acudir a los talleres y actividades. Tuvimos la fiesta de la abuela en abril y otros años hacemos un picoteo en la sede y este año la mayoría de socias dijo que no se hacía», explica Basi.

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Galería. Los martes los dedican a hacer actividades para fortalecer la memoria. AYTHAMI PÉREZ

Pero es que tampoco se ha recuperado el ritmo de actividades. Aún así, las que asisten tienen una agenda programada para ocupar con actividades diversas varios días. Los martes hacen actividades de memoria, los miércoles los dedican a manualidades, los jueves es la reunión semanal para hablar sobre la asociación y los viernes es el día de tejer.

Aún así, «no estamos al ritmo de 2019, para nada. Al miedo de las socias se suma que venimos pocas todavía a los grupos y que hay actividades que no se han recuperado», comentan. Las clases de sevillanas, danza del vientre o bailes tradicionales no han regresado, tampoco los talleres de teatro, por ejemplo.

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Pero las que acuden tienen clara la dinámica y la filosofía, ahí acuden a desconectar, a pasarlo bien, a ser confidentes. Si el juego es palabras encadenadas y no hay algún insulto, alguna palabra subida de tono, se reivindica. Las risas son necesarias y en esto son expertas.

Apoyo, compañía, cuidados

Aquellas socias que han ido perdiendo el miedo a la pandemia y que tenían ganas de regresar a la rutina de la asociación lo hicieron en cuento se les dio autorización. Primero se reunían separadas en la terraza de un bar, cuando fueron cayendo las restricciones regresaron a su sede.

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Cuando el tiempo lo permite, para que acuda más gente, la actividad del viernes, la de tejer, se realiza en la calle, «en el jardín», como llaman a esa pequeña plaza en la que se ubica su local. «Es una actividad abierta para cualquiera, queremos que se anime todo el que quiera. Tenemos hasta a un niño de 11 años que viene a tejer con nosotras. Es libre y gratuito», comentan muy ilusionadas.

Porque lo importante para ellas es darse a conocer, animar a otras mujeres a sumarse a la asociación. Las socias lo tienen claro, la asociación es importante porque «hay mucha gente sola», comenta una de estas mujeres. «Desde que llevo en la asociación, que son 32 años, he visto a mujeres que llegaban porque estaban solas y han hecho amigas, tienen un grupo ahora en el que se sienten acompañadas», ejemplifica Basi.

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A la importancia de la compañía, a lo fundamental que es gozar con un grupo de apoyo en la ciudad en la que vives, se suma el cuidado. Las Abuelas de Gamonal se cuidan entre todas. Formar parte de esta asociación significa saber que vas a tener a un grupo de personas que se preocuparán por ti, que te harán favores, que te apoyarán y recogerán. «Cuando alguna falta, la llamamos. Si alguien está pasando por un mal momento, no quiere salir, intentamos animarla. Tenemos una compañera que está pasando una mala racha, yo la llamo casi todos los días, le digo que se venga, que salga de casa, pero todavía no quiere», explica Carmen, una de las socias veteranas. Empezó con 55 años y ahora tiene 87.

«Somos apoyo y compañía», coinciden en afirmar.

Mantenerse activas

Las mujeres mayores son un grupo de población muy invisibilizado e infrarrepresentado en la sociedad. Aunque constituyen una proporción muy significativa de la población, la discriminación de género y la discriminación por edad hace que sean un grupo de población invisibilizado y cuyas opiniones no se tienen en cuenta, según denuncia HelpAge International España.

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Reconocen que en los centros cívicos sí tienen actividades para todas las edades.

Aunque reconocen que en los centros cívicos sí encuentran actividades para todas las edades, el ocio capitalista no se orienta hacia las mujeres mayores. Por ello, las Abuelas de Gamonal se crean sus propias actividades para mantenerse activas. Reconocen que no tienen presupuesto para contratar a profesores, pero «nos apañamos entre nosotras, hacemos incluso risoterapia. Mantenernos activas es importante. Nos juntamos, jugamos, nos distraemos», apunta Basi.

Lamentan que siga todavía todo bastante parado, pero aún así, intentan colaborar con las entidades, asociaciones, peñas y el Ayuntamiento en todo lo que se les pide. En junio, por ejemplo, tendrán la cuestación contra el cáncer. La Asociación Española Contra el Cáncer instalará mesas por la ciudad y las Abuelas de Gamonal estarán ayudando en la recaudación para la investigación en algunas de ellas. También están en el programa de la Semana de la Nutrición que organiza un supermercado de la ciudad. «Participamos en todo, queremos que la gente nos vea, que nos conozca, para que se animen a venir y unirse, ayudar a quien esté sola», explica Basi.

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Entre 100 socias hay mujeres de muchas edades, las más mayores tienen 96 años. Algunas no pueden acudir porque no gozan de buena movilidad, otras porque trabajan, otras porque cuidan a sus nietos, pero estas últimas siempre encuentran algún rato para la asociación.

Las mujeres pueden entrar con la edad que quieran a la asociación, aunque no tengan nietos. A partir de los 50 años son socias de derecho. Hasta los 50 son socias colaboradoras.

En los orígenes

Basi, la actual presidenta, también es conocida como Basita, se la diferencia así de Basilisa García, la fundadora de la Asociación Abuelas de Gamonal. Basita es hija de Basi y estuvo presente en la concepción de la asociación.

La madre de Basi sufrió una depresión después de que entraran dos veces a robar en su casa. El psiquiatra le dijo a la familia que la animasen a estar activa «porque ella siempre había sido muy movida. Así que la apuntaron a los viajes del Imserso. Tenía pagados dos, pero solo fue a uno. Cuando regresó dijo que ella no volvía más, que aquello parecía un putiferio. «Yo no vuelvo», nos decía, «voy a hacer una asociación para mujeres, para abuelas y que les den a los hombres. Qué se creen, que estabas en el baile y te agarraban como que tienen todo el derecho a que bailes con ellos. Quiero una asociación para mujeres en la que mandemos nosotras», recuerda Basi que le decía su madre.

Y así fue. Su familia la apoyó. «Fuimos a las administraciones, de sitio en sitio, preguntando. Nos ayudó muchísima gente, se portaron de maravilla», recuerda Basi hija. «Íbamos otra amiga, mi madre y yo con la máquina de escribir, en el coche. Cuando nos decían que faltaba algo, volvíamos al coche, lo rellenábamos y regresábamos, para no perder tiempo», rememora la actual presidenta.

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