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Lugar donde se encontró el cadáver de la víctima. Ñito Salas
Abandonan en una calle de Torremolinos el cadáver de una joven con signos de asfixia

Abandonan en una calle de Torremolinos el cadáver de una joven con signos de asfixia

La data de la muerte apunta a que la víctima falleció horas antes del hallazgo, por lo que, al tratarse de una zona de paso, el cuerpo tuvo que ser depositado allí de madrugada

Juan Cano

Málaga

Jueves, 14 de septiembre 2023, 08:31

La Policía Nacional investiga las circunstancias de la muerte de una joven cuyo cadáver habría sido abandonado en una calle de Torremolinos. La víctima, aún sin identificar, falleció horas antes del hallazgo, por lo que se presume que alguien depositó allí el cuerpo durante la ... noche. Según ha podido saber SUR, la mujer presenta signos de asfixia.

Pasaban unos minutos de la una y media de la madrugada de este miércoles 13 de septiembre cuando se produjo el hallazgo. Fueron unos jóvenes los que, al volver a casa, se toparon con el cadáver sobre la acera. En concreto, estaba junto a un paso de peatones a la entrada de la urbanización Benyamina norte, que está compuesta por dos bloques y que se sitúa en la parte alta de Playamar. Se trata de una zona de paso con cierto tránsito, sobre todo de día.

El primer aviso del suceso lo recibió la Policía Local de Torremolinos, que envió una patrulla al lugar y alertó a los servicios sanitarios para tratar de reanimar a la joven. El médico del 061 que se desplazó al lugar no pudo hacer nada por su vida y ya a primera vista apreció que podía llevar horas fallecida.

Al tratarse de una muerte en la vía pública, y ante la posibilidad de que hubiese mediado violencia, los policías locales avisaron a la comisaría de Torremolinos-Benalmádena, que movilizó a los especialistas de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), encargados de investigar los homicidios, entre otros casos.

También se activó la comisión judicial -compuesta por el juez de guardia, el letrado de la Administración de Justicia (LAJ) y el médico forense- para proceder al levantamiento del cadáver, que se prolongó hasta bien entrada la madrugada, ya que había que extremar las precauciones para conservar vestigios que a la postre puedan convertirse en pruebas.

El cuerpo de la víctima fue trasladado primero al Hospital Clínico Universitario de Málaga para realizarle radiografías que permitan detectar fracturas internas u otros signos de violencia. Tras ello, la funeraria judicial lo llevó al Instituto de Medicina Legal (IML), donde este mismo miércoles por la mañana se le ha practicado la autopsia.

El examen forense ha sido realizado por dos profesionales del Servicio de Patología, tal y como marca el protocolo cuando se trata de muertes violentas donde, además, existe la sospecha de una etiología criminal. El informe definitivo de la misma queda pendiente de las pruebas químicas, toxicológicas e histopatológicas, que es un estudio al microscopio de las muestras recogidas durante la autopsia.

Al cierre de esta edición, fuentes cercanas al caso confirmaron que, la víctima aún no ha sido identificada. Los investigadores calculan que tenía unos 25 años -aparenta entre 20 y 30-, aunque no llevaba documentación encima. Sólo encontraron junto a ella un bolso que estaba prácticamente vacío. Ahora se empezaran a comprobar denuncias o llamadas de personas desaparecidas en los últimos días por si se trata de alguna de ellas.

Las pesquisas policiales apuntan a que la mujer falleció por asfixia, aunque aún no se ha logrado determinar de qué tipo. Aunque la hipótesis principal es que tuvo una muerte violenta, tampoco se descarta que pudiera haberse ahogado a causa de una reacción adversa a alguna sustancia. Sea como fuere, alguien tuvo que trasladar hasta allí su cadáver.

El fallecimiento de la joven supone la tercera muerte violenta de una mujer en lo que va de año en Torremolinos

El fallecimiento de la joven supone la tercera muerte violenta de una mujer en la localidad costasoleña en lo que va de año. El primero de los casos fue el de Paula, una camarera de 28 años que fue asesinada a puñaladas a manos presuntamente de su expareja, Marco (45).

La víctima había roto la relación sentimental con él e incluso estaba con otra persona, pero aún convivían hasta que uno de los dos pudiera mudarse del apartamento que compartían en Torremolinos, donde se produjo el crimen, que tuvo lugar el pasado 11 de mayo.

El presunto asesino se fugó del escenario del suceso, pero fue detenido poco después por la Policía Local. Una vez en comisaría, donde Marco se acogió a su derecho a no declarar, efectuó una manifestación espontánea sobre una pareja anterior, Sibora, que llevaba en paradero desconocido desde el año 2014.

«Sibora está cerca, en el Calvario, en una casa, enterrada en una pared. Vamos, que os llevo allí», continuó relatando a los policías, que le pidieron algo más de concreción. «En la vivienda de García de la Serna, en el ático donde viví con ella. Nos peleamos y me pasé con ella», manifestó literalmente a los agentes.

Tras varios registros en el piso, la policía encontró el cadáver de la joven, que estaba en una especie de ataúd entre las paredes del inmueble.

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