Un Real Madrid a medio gas desarbola al Hereda San Pablo

No sé cuántas veces pudo decir Pablo Laso la palabra 'bien' en los cuatro primeros minutos de juego. Le gustaba lo que veía en el parqué y eso que los dos equipos no estaban acertados de cara al aro rival. Peñarroya, por su parte, estaba más tranquilo. O eso aparentaba, aunque de vez en cuando le salía la vena ante alguna decisión de los árbitros o de sus jugadores. Habían pasado cinco minutos y el respeto era mutuo. El Madrid ya sabe lo que es perder contra los burgaleses, y estos saben que tenían de rival a uno de los equipos más laureados de Europa. Pero en eso, el Hereda San Pablo, también sabe lo que es mostrar títulos internacionales en su vitrina.

Poco a poco, con acciones aisladas y entre gritos de 'bien' de Laso, el Madrid empezaba a despegarse. Abalde castigaba desde todos los ángulos y a Peñarroya le salía del alma un 'vamos, coño' ante un 2+1 de Randolph. Los madrileños ya se habían ido de 11 y eso no le gustaba al técnico de los locales. Tuvo que salir Cook para anotar el primer triple para los burgaleses, pero era un oasis en el desierto. No lo fue tanto el de McFadden, que acercaba a los suyos a 5. Y así sucesivamente. Los 'bien' de Laso ya no eran tan continuos, sobre todo, después de que su diferencia se difuminara. Tocaba arenga. 16-17, al término del primer cuarto.

El segundo acto arrancó con intercambio de canastas. Y eso que Laso empezaba a meter más centímetros con Tavares en pista. Intimida el pívot, lo suficiente para sacar faltas y poner gorros, por eso de que llega la Navidad. Sus tiros libres ya son otra cosa. Enchufado también apareció McFadden en el segundo cuarto. El escolta duerme con la muñeca engrasada y eso lo agradecía su equipo. Era lo mejor en ataque, pero con él no era suficiente. El Real Madrid seguía apoyándose en Tavares y Peñarroya ya no sabía cómo pararle, por mucho que le cambiara la pareja de baile en defensa.

Así que el técnico les dijo a los suyos que necesitaba a alguien más en la fiesta. Pero no había más pases VIP. El último se lo había llevado Deck, que de 'tortuga' no tiene nada, solo el mote. Erráticos en el triple, el Hereda San Pablo se encomendaba a la altura de Kravic, pero todavía no era suficiente. 29-34, al descanso.

Veinte segundo necesito Tavares para sacar dos personales en el tercer cuarto. Volvían los 'bien' de Laso. Y no era para menos al elevar la distancia en el marcador y la intensidad en defensa. Había metido una marcha más el Real Madrid, lo que le había permitido irse hasta los 13 puntos. Pero apareció Benite con cinco puntos consecutivos. Aun así, quedaba mucho por remar, sobre todo, porque hoy no era el día de Rivero.

Tal vez no estaba siendo la mejor tarde del Real Madrid, pero en una situación similar vivía el Hereda San Pablo. Y en circunstancias iguales, mandaba el banquillo blanco. Los de Laso, casi sin despeinarse, navegaban en una amplia ventaja de diez puntos. Hasta los 15 al final del tercer cuarto (41-56).

En el periodo final se reactivó el Hereda San Pablo y bajó de la diferencia de los diez puntos. Eso propició que Laso cambiara algún 'bien' por algún 'bravo' cuando su equipo defendía. Precisamente, cuando tocaba arremangarse parra cerrar el partido, el Real Madrid lo hizo en defensa. En ataque, Rudy finiquitaba las opciones de los burgaleses. Y todo esto porque no le entraban los triples a los de Peñarroya.