El San Pablo suma y sigue

El duelo se presentaba para los de Segura como una nueva reválida tras las buenas sensaciones mostradas en los últimos tres partidos. Sin embargo, los burgaleses se chocaron contra un muro nada más empezar. Falto de intensidad, el San Pablo se vio superado en los primeros compases por un Juaristi correcto en defensa y muy valiente en ataque, que consiguió conectar con Hoover con demasiada facilidad. El norteamericano se desató en el primer cuarto con nueve puntos, incluidos dos triples liberados que permitieron a su equipo hacerse con la iniciativa en el electrónico (16-12).

El San Pablo estaba concediendo demasiado ante un rival muy rápido en la transición, que respondía a cada golpe burgalés con otro, manteniendo así un tímido dominio en el marcador a pesar de la aportación de hombres como Carlos Suárez o Álex Barrera.

Ya en el primer cuarto quedó claro que, por mucho que diga la clasificación, el Juaristi no iba a ser una comparsa. Con Hoover en el banquillo, el cuadro de Mikel Odriozola se encomendó a Njie, que asumió los galones ofensivos, rompiendo el perímetro y entrando a canasta con facilidad una vez tras otra ante la pasividad azulona.

Segura movía el banquillo y Norelia respondía con tres canastas seguidas aprovechando una pequeña desconexión mental del Juaristi, que concedió varios errores consecutivos en los primeros compases del segundo cuarto.

Aquel fue el único momento en el que el San Pablo se sintió realmente superior a su rival (31-33) antes del descanso. Pero esa sensación duró apenas un suspiro. Y es que, tras el lapsus local, los hombres de Odriozola recuperaron la compostura y la intensidad defensiva, haciéndose dueños del rebote y lanzándose a la transición para recuperar la iniciativa en el electrónico. Y a fe que lo consiguieron. De hecho, un triple sobre la bocina de Sy permitió al Juaristi marcharse a los vestuarios con la máxima renta del choque (44-37).

Una renta que, lejos de soliviantar al San Pablo, pareció espolearle. La charla de Segura a sus pupilos en el descanso pareció surtir efecto y el cuadro burgalés regresó a la pista mucho más entonado, con una tensión defensiva que hasta entonces no se había visto y un acierto demoledor.

Así, tras un pequeño intercambio de golpes, el San Pablo impuso una enérgica defensa en toda la pista y se encomendó a Corbalán, que en apenas un minuto revolucionó el partido con tres internadas marca de la casa que permitieron al conjunto burgalés recuperar la iniciativa en el electrónico (51-52) mediado el tercer cuarto.

Aquello supuso un auténtico revulsivo para los hombres de Segura, que engrasaron la maquinaria y firmaron unos minutos de excelente baloncesto. El monólogo burgalés se tradujo en un contundente parcial de 0-12.

Odriozola intentó parar la sangría llamando a capítulo a los suyos, pero el partido ya había cambiado de signo y el San Pablo acabaría percutiendo una y otra vez hasta cerrar el cuarto con una ventaja de 14 puntos (55-69) tras anotar 32 puntos en diez minutos y dejar al Juaristi con una pírrica anotación de 11 unidades.

El cuadro burgalés ya había hecho lo más difícil, que pasaba por recuperar la iniciativa, y había encarrilado el choque, pero aún tenía que sentenciarlo en un último cuarto en el que el Juaristi mejoró sus registros, pero en el que los hombres de Segura consiguieron mantener el tipo.

De hecho, el final fue más plácido de lo que se llegó a barruntar a falta de tres minutos, cuando Juaristi consiguió recortar las diferencias a los nueve puntos (70-79) merced al acierto de Hoover. Sin embargo, Corbalán y Mahalbasic tiraron de galones y sentenciaron el encuentro acto seguido para aportar mayor tranquilidad.

El 76-88 que reflejaba el electrónico al final supuso sin duda un gran botín para los de Segura, que prolongan su racha triunfal a falta de las tres últimas jornadas de la liga regular, en las que se jugarán el factor cancha de cara al play off.