El San Pablo Burgos pasa por encima del Lleida en el Coliseum

Una defensa demasiado permeable provocó que el juego de los burgaleses fluyera hasta la canasta y fuese cimentando el triunfo con un gran juego coral del equipo y Kacinas, Norelia, Khyri Thomas o Álex Barrera brillando incluso por encima del resto en varios tramos del partido.

El conjunto catalán intentó aferrarse a un buen inicio de De la Torre y los chispazos de Juan Ignacio Marcos para recortar distancias, pero hoy era el día de los azulones, especialmente insipirados y eficaces tanto en las decisiones sobre la cancha como en las ejecuciones de tiro.

Arrancaba enérgico el Hereda San Pablo Burgos, un ímpetu escenificado en Kacinas, que ganó el primer balón y abrió el marcador para los locales con una buena penetración.

Barrera y Corbalán también calentaron la muñeca en los primeros instantes de partido ante un Lleida que respondía a la dinámica salida burgalesa sacando puntos en cada uno de sus ataques sobre el aro azulón.

Disfrutaba el público del Coliseum con el toma y daca sobre el parqué, un intercambio de golpes en el que parecía sobreponerse por momentos el San Pablo Burgos a través del buen acierto de un inspirado Álex Barrera. La igualdad entre ambos equipos se hacía notar incluso en el marcador, con un 18-14 favorable a los locales al ecuador del primer cuarto.

Buscaba la forma de achicar los espacios el cuadro ilerdense, que mantenía el ritmo de la mano de un enchufado De la Torre. Dos errores puntuales en fase defensiva burgalesa hicieron dudar a los de Curro Segura, fallos en el manejo de balón que aprovecharon los visitantes para acortar distancias y volver a ponerse a tiro en el electrónico.

En esas, Rodrigo San Miguel ponía el punto final al primer cuarto con un estratosférico triple sobre la bocina para subir la diferencia a la barrera psicológica de los diez puntos tras los primeros diez minutos.

Salió igual de eléctrico el cuadro azulón al segundo cuarto, con una buena circulación de balón y con Mahalbasic amagando y haciendo bailar a la defensa del Lleida.

Norelia y Khyri Thomas destacaban en una buena actuación coral que estaba superando de manera notable a los de Gerard Encuentra, que adolecían de una defensa demasiado permeable y seguían aferrados a la anotación del 16 ilerdense para continuar en el partido.

Despertó el 10 visitante en las postrimerías del descanso para azuzar a los suyos, pero Álex Barrera, que tenía otros planes, anuló con rapidez el intento de reacción ilerdense con dos triples que subieron los decibelios del Coliseum.

Así, con el San Pablo Burgos contemporizando, los jugadores enfilaron el túnel de vestuarios con un 53-37 que expresaba lo ocurrido durante la primera parte del choque: un cuadro azulón concentrado y acertado y un Lleida a remolque y frágil en defensa.

Salió Lleida dispuesto a revertir la situación tras el descanso, con Gerard Encuentra introduciendo a Vucetic para mejorar las prestaciones defensivas y tener mas presencia en la pintura burgalesa.

Apenas dos minutos y medio duró en la cancha tras una cuarta falta que provocó el cambio y la desesperación del técnico del cuadro catalán, traducida apenas cinco minutos después de la reanudación, ante un San Pablo Burgos que seguía a lo suyo.

Los jugadores ilerdenses trataban de aprovechar los pocos despistes hasta el momento de los castellanos para tratar de rebajar una diferencia que al rebasar el ecuador del tercer cuarto estaba en veinte puntos.

Superiores sobre la cancha, los de Curro Segura se tomaron un respiro en los últimos minuto y quitaron el pie del acelerador, momento que aprovecharon los visitantes, aunque sin demasiada confianza, para fijar una distancia de 18 puntos en el conteo con la que encarar el último cuarto.

Así, el partido se encaminó a unos últimos diez minutos que transcurrieron por los mismos derroteros que los treinta anteriores. El San Pablo Burgos continuó implacable en ataque, con un Norelia desatado hundiendo la canasta en varias ocasiones, y un Khyri Thomas dando pinceladas del jugador que puede llegar a verse en los play-off de ascenso a Liga Endesa.

Desnortado y sin confianza, el Lleida intentaba sin éxito acercarse en el marcador y chocaba una y otra vez con la seria defensa de los de Curro Segura, que además de frenar la anotación catalana, contragolpeaban casi en cada balón.

El tiro exterior sirvió a los visitantes para maquillar el marcador en un final de partido más caliente de lo habitual, con piques de varios jugadores con Jaume Lobo, y que finalmente terminó con un contundente 90-78 que deja la quinta victoria consecutiva en el saco azulón y revierte los seis puntos del basket average de cara a los play-off.