San Pablo Burgos da un golpe encima de la mesa ante el Zunder Palencia

Los de Pedro Rivero intentaron aprovechar algunos lapsus de los azulones y el paso por vestuarios para intentar reaccionar de la mano de Wintering pero la gran actuación coral del cuadro burgalés contuvo el conato de remontada y completó un severo castigo para sumar una nueva victoria que suma punto y sobre todo confianza de cara a la recta final de la liga regular.

Ambiente espectacular -como casi siempre- en el Coliseum para comenzar un derbi castellano en el que Zunder Palencia golpeaba primero tras un par de ataques fallidos de ambos equipos.

Respondía con contundencia el cuadro burgalés de un Carlos Segura que apostó por la variedad de perfiles en el quinteto inicial para tratar de paliar las virtudes palentinas en lo que bien podría ser un ensayo de play-off.

No tardó Rupnik en coger el mando de las operaciones, bien escudado por el incombustible Carlos Suárez, con Barrera presto para castigar desde el perímetro y la energía de Corbalán para agitar la defensa de los de Pedro Rivero.

Van Zegeren por dentro para llevar peligro cerca del aro rival completaba la nómina de titulares que palió la ofensiva palentina en varias ocasiones para llegar al ecuador del primer cuarto con 12-6 en el marcador.

Intentaban reaccionar los palentinos por medio de tiros de media distancia y algún rebote mal cerrado por los burgaleses, pequeñas manchas dentro de un desempeño defensivo excelso durante los primeros diez minutos de encuentro.

Las rotaciones, con un cinco alternativo diferente, mantuvieron con creces el nivel y se mantuvieron por encima de un Zunder Palencia que aguantaba el chaparrón de la mano de Manu Barrientos y McGrew.

Salió con ganas el cuadro de Pedro Rivero, con un Chumi Ortega peleón ante la superioridad exhibida por los azulones durante el primer cuarto.

Pero el San Pablo Burgos sabía que la clave estaba en mantener el alto nivel defensivo para después poder prodigarse en ataque. Y así lo hizo. Con intensidad y agresividad para cerrar las segundas jugadas, Rodrigo San Miguel cogió la batuta del equipo para repartir balones a los Norelia, Kacinas y Mahalbasic.

Un parcial de 7-0 en los dos primeros minutos del cuarto confirmó las buenas sensaciones de los burgaleses, que estaban logrando secar la nada desdeñable capacidad ofensiva del Zunder Palencia.

Wintering y Kamba sacaron a relucir todo su repertorio para despertar a su equipo, pero fueron dos decisiones controvertidas por parte de los colegiados las que aprovecharon los visitantes para, ante el enfado del Coliseum y las protestas de Curro Segura, sumar dos triples y poner un parcial de 0-8 para recortar distancias.

Sin perder el norte, el San Pablo Burgos consiguió mantener la cabeza fría para volver al partido y sumar puntos para mantener los quince puntos de distancia en el electrónico.

El Zunder Palencia seguía sin dar con la tecla para imponerse al torrente de juego burgalés. Una posible antideportiva en una clara falta de McGrew sobre Corbalán protestada por los azulones terminó en una técnico al banquillo local que prendió de nuevo la mecha de la parroquia azulona.

Pero los de Curro Segura, enchufados y centrados en el partido, no querían despistarse y cerraron cuatro puntos más en las postrimerías del descanso para reflejar un contundente 45-26 en el camino de los vestuarios.

Concienciados de darle la vuelta al resultado. Así volvieron a la cancha los de Pedro Rivero con la misión de meter una marcha más a su juego para acercarse al San Pablo Burgos.

Clave se antojaba sacar la cuarta falta a Wintering, uno de los mejores de Zunder Palencia, para evitar mayores problemas durante el tercer cuarto. Y el inicio espectacular del '2' palentino confirmó esta necesidad.

Cuatro puntos seguidos y la calidad para poner a jugar a los visitantes fue la aportación del norteamericano durante los primeros compases de la reanudación. Junto a él, ajustó el resto del equipo para poner una mayor igualdad de la expuesta durante la primera parte del choque.

Más denso en ataque, el cuadro burgalés contestó al intento de reacción palentino de la mano de un Rupnik con destellos de calidad. Logró forzar la cuarta de Wintering el equipo azulón en una acción en la que se encadenaron hasta dos faltas cuando Van Zegeren enfilaba el aro visitante.

Sin su guía hacia la remontada, el Zunder Palencia comenzó a bajar su rendimiento ofensivo merced a la seriedad azulona en fase defensiva y a un efectivo juego coral en ataque en el que destacó un Barrera en modo bombardero desde la línea de 6,75.

Un triple colosal de Manu Barrientos, el cuadro palentino logró equilibrar el parcial del tercer cuarto a 21 puntos, un premio de consolación para la distancia de veinte puntos mantenida por los burgaleses.

Misma tónica siguieron los últimos diez minutos, con San Pablo Burgos sólido en defensa, sin dar opción a meterse en el partido a los palentinos y sumando un parcial de 10-3 como colofón a una fiesta que ya empezaba a vivirse en las gradas del Coliseum.

En la fase final de la temporada y ante un rival directo por el ascenso a ACB, los burgaleses ampliaron la ventaja para hacer más sonoro el puñetazo encima de la mesa para llevarse el derbi castellano y avisar de que el San Pablo Burgos quiere volver a ocupar su sitio en la élite del baloncesto español.