Reyes de Europa

Empezó el encuentro el AEK castigando al Hereda San Pablo Burgos con faltas. Sacaban petróleo en cada ataque los griegos con las personales de Kravic, Benite y Rabaseda en el primer minuto de juego. Atenazados ligeramente de cara al aro, el AEK estableció la primera ventaja importante del encuentro con un +6. La mejor noticia para los burgaleses era la segunda falta de Jankovic, que le mandó al banquillo. Situación similar para Rabaseda con su segunda personal.

Un triple de Benite enchufaba al Hereda San Pablo, que empezaba a limar la diferencia. Se necesitaban los puntos del brasileño y ahí estaban. Por su parte, el tiro de media distancia de Langford castigaba a la defensa castellana. A ese poderío se sumó el acierto de Rise, que no erró ningún tiro durante el primer cuarto. Eso elevó la diferencia a un +10 para los griegos al final del primer cuarto (14-24).

El juego interior no funcionaba y tan solo los triples, como los de Cook en el segundo periodo, mantenían a los de Peñarroya en el encuentro. Hasta el punto de ponerse a un punto en el segundo minuto de juego del segundo cuarto. El bloqueo ofensivo del AEK se unió a unos excelsos ataques del Burgos. Repertorio de Cook, Salvó, Horton y McFadden para despegar en el marcador con un +7 a mitad del segundo cuarto. Los tiempos muertos del Ilias Papatheodorou tampoco surtían efecto para los griegos, que se encasquillaban cada vez que miraban al aro burgalés. No sabían cómo meter mano a la defensa rival y eso lo aprovechó el Hereda San Pablo para minar la moral de los griegos, estableciendo una máxima de trece puntos al descanso (49-36).

No cambió mucho el guion en el tercer cuarto. Benite intimidaba desde el exterior y el AEK empezaba a notar que el título en su casa se escapaba. Las estrellas del AEK se apagaban y las del Burgos seguían brillando. +18 a falta de cuatro minutos para el tercer cuarto. Era momento de dormir el partido y que el músculo de los griegos no despertara en un arreón final. Y eso lo hicieron con el tiro exterior. Qué recital desde la línea de 6,75 para dejar el marcador a falta de diez minutos en un 68-49. Hasta el MVP de la NBA en fase regular, Antetokounmpo, disfrutaba con el Hereda San Pablo.

Era el momento de controlar los ataques y los nervios. Tan cerca estaba el título que el propio rival del Hereda, en el último cuarto, eran ellos mismos. Tan solo Lojeski intimidaba la victoria. El alero reducía la ventaja a falta de siete minutos (+14). Parecía que los minutos no pasaban, mientras el AEK reducía la ventaja. Pero apareció la templanza de Cook con un triple para despejar fantasmas. Pero el AEK es mucho AEK y seguía apretando, que se colocó a 11 puntos a falta de dos minutos. A partir de ahí, en el último minuto, era para el disfrute de los jugadores en Grecia y de los aficionados en Burgos.