Victoria plácida y balsámica. El Hereda San Pablo Burgos sumó hoy su tercer triunfo consecutivo tras superar al Alega Cantabria en un partido dominado de principio a fin por los hombres de paco Olmos, que encarrilaron el encuentro tras un fantástico segundo cuarto. La renta ... con la que enfiló el túnel de vestuarios el cuadro burgalés fue más que suficiente como para vencer con tranquilidad a un Alega Cantabria tan combativo como superado por las circunstancias.
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Hereda San Pablo
Obi (12), Alex López (2), Hermanson (6), Mahalbasic (4), Rupnik (12) -quinteto inicial-; San Miguel (-), Van Zegeren (10), Kacinas (10), Marjanovic (-), Barrera (13), Corbalán (12), Norelia (6).
89
-
62
Alega Cantabria
Smith (3), Kone (13), Marin (3), Mikel Sanz (11), Agustí Sans (10) -quinteto inicial-; Dago Peña (1), Walter (16), Ndiaye (2), Palazuelos (2), Juan Sánchez (1), Sandro Crespo (-).
Cuartos: 22-13, 28-12 (50-25) -descanso-; 15-22 (65-47), 23-15 (89-62).
Árbitros: rancisco Javier Bravo, Antonio Manuel Zamora y Elena Espiaj.
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de la LEB Oro disputado en el Coliseum Burgos ante 9.128 espectadores.
Necesitaba el San Pablo sumar la victoria como la de hoy. Y no sólo por ser la tercera consecutiva y permitir dar un paso al frente en la clasificación, sino, sobre todo, para comenzar a despejar las numerosas incertidumbres generadas por su juego durante los primeros compases de la temporada.
Enfrente, no obstante, estaba un recién ascendido extremadamente competitivo como el Alega Cantabria, que se personó en el Coliseum con unos guarismos muy similares a los del cuadro burgalés.
Con esos mimbres, el partido se presentaba intenso. Y lo cierto es que al San Pablo le costó arrancar. Un triple de Mikel Sanz a las primeras de cambio, sumado a una canasta fácil de Koné provocaron ciertas dudas en el cuadro azulón. Unas dudas que Rupnik, de nuevo muy acertado en la creación, se encargó de despejar desde la línea exterior.
A partir de ahí, ambos equipos se enzarzaron en un duelo igualado, jugado de tú a tú, en el que cada acierto y error encontraba su réplica en la canasta contraria (10-10).
Sin embargo, poco tardaría el San Pablo en coger las riendas del partido bajo la batuta de Rupnik. Los hombres de Olmos, espoleados por su acierto desde la línea exterior y la falta de contundencia en el rebote de sus rivales, fueron abriendo brecha en el marcador poco a poco, culminando el cuarto con un mate de Kacinas sobre la bocina que ponía 9 de ventaja (22-13).
Una ventaja que pareció conferir un halo de seguridad a todo el juego azulón en el segundo cuarto, en el que se mostró netamente superior a su rival. La salida a pista de las segundas unidades permitió al San Pablo mantener la tensión defensiva y pisar el acelerador en las transiciones. Cada robo y rebote defensivo se tradujeron en carrera hacia el aro de los de Olmos bien ejecutada.
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La aportación de jugadores como Corbalán y Alex Barrera aumentó las diferencias del cuadro burgalés ante un Alega Cantabria totalmente superado (32-18). Mangas paró el choque y llamó a capítulo a los suyos, pero la reacción no llegó. El San Pablo estaba dominando el rebote en ambas zonas y se estaba mostrando muchísimo más acertado de cara al aro. Así, el regreso a pista de las primeras unidades del conjunto azulón permitió mantener el guion e incluso aumentar la renta hasta los 25 puntos al final del cuarto (50-25).
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Los hombres de Paco Olmos se estaban divirtiendo. Al fin. Y a su merced, también se divertía el Coliseum, necesitado como estaba de ver sobre el parqué la indudable calidad que se le presupone al equipo. Una calidad que se desplegó de nuevo sobre la pista del Coliseum tras el paso por vestuarios, a pesar de que el Alega Cantabria arrancó con un punto más de intensidad, mejorando sus repliegues defensivos y afinando su puntería con un acertado Walter Junior.
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Los hombres de Mangas aprovecharon la dinámica para recortar diferencias poco a poco (58-40), pero el cuadro burgalés estaba gestionando su ventaja a la perfección, evitando constantemente que su rival entrara en racha.
Las rotaciones castigaron parcialmente al conjunto burgalés, que en el acumulado del cuarto se vio superado por el Alega Cantabria (15-22). Sin embargo, la ventaja antes de arrancar el último parcial era suficientemente cómoda para que los de Paco Olmos lo afrontaran con cierta tranquilidad (65-47). El objetivo en aquel momento pasaba por evitar cualquier tipo de relajación y cerrar el choque cuanto antes. Y así lo hizo el San Pablo.
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Paco Olmos repartió minutos y todos los jugadores lo aprovecharon, saltando a la pista con intensidad y un gran nivel de concentración. Los errores no forzados se contaron con los dedos de una mano y todos intentos del Alega Cantabria por cambiar el signo del partido cayeron en saco roto frente al gran despliegue coral del San Pablo.
Hombres como Barrera, Corbalán y Kacinas pusieron la tranquilidad necesaria a un choque que para entonces ya estaba decidido y en el que hasta siete jugadores del San Pablo finalizaron con dos dígitos de valoración.
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Ahora, en todo caso, apenas queda tiempo para la celebración. Y es que, el cuadro burgalés volverá a la competición el próximo martes para jugar contra el Albacete.
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