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Salash se hace con un rebote ante la defensa de Vicedo. Lavandeira Jr/EFE
San Pablo Burgos

El San Pablo Burgos necesita una dosis de refuerzo

Los gallegos se llevaron un encuentro en el que ningún equipo se despegó en el marcador durante los 40 minutos

Álvaro Muñoz

Valladolid

Sábado, 18 de diciembre 2021

La mayor diferencia de todo el encuentro se marcó en los instantes finales por eso de que en el baloncesto tiene que ganar un equipo. Lo justo hubiera sido un empate, pero en este deporte eso no existe. Sí, igualdad durante todos los 40 minutos, ... en los que los pequeños detalles decantaron la balanza del lado del Obradoiro. El Hereda San Pablo, por su parte, mostró buena faceta ofensiva, pero la defensa, sobre todo en momentos clave, condenó a los de Maldonado.

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Monbus Obradoiro

Scrubb (21), Zurbriggen (5), Robertson (12), Okouo (14), Ellenson (23) - quinteto inicial- Vicedo (7), Hobbs (12), Álvaro Muñoz (-), Oliver (-), Filipovity (7).

101

-

94

Hereda San Pablo

Nikolic (8), McGee (24), Rabaseda (2), Salash (6), Kravic (7) -quinteto inicial- Benite (12), Dalton (4), Marc García (2), Renfroe (9), Gamble (20).

  • Cuartos: 22-19; 22-24; 25-25; 32-26.

  • Árbitros: Jordi Aliaga, Alberto Baena y Yasmina Alcaraz.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la decimocuarta jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 3672 espectadores.

La covid, en esta ocasión, retrasó el encuentro casi tres horas. Un positivo en el conjunto gallego generó la incertidumbre y eso propició que un mar de mascarillas se vieran en el banquillo en el inicio. Pandemia aparte, la igualdad imperó en el minuto inicial y durante toda la primera parte. Sobre todo porque Ellenson, en los locales, y McGee y Kravic, por los visitantes, se empeñaban en que nadie se disparara en el marcador.

A esa fiesta se unía Salash, al que el cambio de entrenador no le ha sentado mal. Aun así, los parciales bailaban en las dos canchas y nadie despegaba en busca de la victoria. Eso sí, los de Maldonado tenían que empezar a vigilar sus pérdidas, pues en diez minutos acumularon ya seis. 22-19, en el primer cuarto.

El siguiente periodo empezó sin defensas. Ahí iba a estar el partido. En eso y en si aparecían los triples en el San Pablo. El conjunto que se apretara en tareas defensivas se iba a llevar el triunfo y, de momento, eso no se veía en el parqué gallego. Así que con esa premisa el intercambio de canastas se daba en ambos aros. Se veía el potencial que atesora Gamble, que se ha adaptado mucho mejor que sus predecesores en el equipo, los ya cortados Braimoh y Zack.

También se vieron brillantes minutos de Renfroe, al que no le pesan los años y que sigue siendo unos mejores bases de la competición. Pero ese poderío en ataque era contrarrestado por el Obradoiro con los puntos de Hobbs y Vicedo.

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Pero el base del San Pablo siguió a lo suyo y eso supuso que su equipo cogiera una tímida descansa. Miguita a miguita, Renfroe guiaba, como hace casi siempre, a sus compañeros. Pero esta vez, también desde la anotación. Pero no era el día en defensa, y los despistes volvieron para que la igualdad volviera a mandar. 44-43, al descanso.

Y los triples tampoco llegaban después del parón. Era una de las tareas pendientes del Hereda San Pablo, pero simplemente era cuestión de que apareciesen. Por su parte, el juego interior daba sus resultados por el oportunismo de Gamble. Al que se unía un renacido Benite (con triple incluido).

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De la mano

Pero da igual quien apretara el acelerador, porque los dos equipos iban de la mano. En esta ocasión, el lanzamiento exterior ya era una realidad para los burgaleses, pero tampoco servían para despegarse (69-68).

El último acto no empezó con buenas noticias para los burgaleses. No porque los gallegos se fueran en el marcador, sino porque los de Maldonado, en menos de un minuto, cometían cuatro faltas y dejaban un brecha anotadora a su rival. No se explotó esa ventaja y la igualdad, como durante todo el encuentro, se mantenía a la par que los minutos se consumían.

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El encuentro se iba a decidir en pequeños detalles. Como un triple de Scrubb, como el poderío de Gamble, como los cuatro puntos consecutivos de McGee, como la quinta personal de Okouo y Ellenson... A falta de menos de tres minutos para el final, los gallegos solo ganaban por un punto. Y a partir de ahí, festival de Robertson y de McGee. Parecía que el duelo, por momentos loco, se convertía en un 'highlights' de los dos jugadores.

Pero toda esa igualdad se rompió en el último minuto, donde el ligero acierto de los gallegos les llevó a sumar la victoria. Por cierto, el Hereda San Pablo Burgos necesita una dosis de refuerzo.

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