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Gamble acabó con seis puntos. TOmás Alonso
San pablo Burgos

El San Pablo se queda a las puertas

Tras un partido muy irregular, el cuadro burgalés despierta en el último cuarto, pero la espectacular reacción no basta para ganar al Lenovo Tenerife

Viernes, 28 de enero 2022, 20:01

En la Liga Endesa, sólo con la épica no es suficiente. Hace falta algo más que la garra. Y, de momento, el San Pablo está lejos de desplegar su mejor baloncesto, aunque poco a poco se empiezan a ver destellos. Los hubo ante el Baskonia ... el pasado fin de semana y los hubo hoy frente al Lenovo Tenerife. Sin embargo, hoy, como sucedió el pasado fin de semana, al conjunto de Paco Olmos le faltó fluidez y acierto y acabó siendo superado por el Lenovo Tenerife.

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Hereda San Pablo

Dani Díez (13), Rabaseda (4), Eddie (15), Renfroe (10), Nnoko (6) -quinteto inicial-; Queeley (-), Kullamae (9), Nikolic (-), Salash (10), Gamble (6).

73

-

81

Lenovo Tenerife

Fitipaldo (4), Salin (15), Sergio Rodríguez (5), Shermadini (23), Doornekamp (6) -quinteto inicial-; Huertas (12), Sastre (2), Todorovic (2), Wiltjer (6), Fran Guerra (6).

  • Cuartos: 16-20, 15-19 (31-39) -descanso-; 12-21 (43-60), 30-21 (73-81). -fin del partido-.

  • Árbitros: Óscar Perea, Rubén Sánchez y Carlos Merino.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la décimo séptima jornada de la Liga Endesa disputado en el Coliseum Burgos ante unos 4.500 espectadores.

Eso sí, a pesar de la derrota, el equipo burgalés dio una lección de competitividad, metiéndose en partido en el último cuarto tras verse 19 puntos abajo. La reacción, no obstante, se quedó a medias.

Regresaba el San Pablo al Coliseum con la necesidad de recuperar sensaciones y reencontrarse con la victoria para intentar levantar la cabeza tras varias semanas muy complicadas. Y lo hacía, además, sin Benite, cuyo positivo por covid-19 obligó a aplazar el encuentro inicialmente previsto para el jueves, ni Dejan Kravic, que ya viaja hacia Málaga tras abandonar el Hereda San Pablo y fichar por el Unicaja.

Enfrente, un Lenovo Tenerife que llegaba al feudo burgalés apurando sus opciones de meterse en la Copa del Rey y que necesitaba de la victoria para estar en Granada.

Arrancaba el partido muy trabado, con escaso acierto de unos y otros y en un escenario de máxima igualdad. Eddie y Salin se enzarzaron en una bonita pelea desde la línea exterior, mientras Shermadini comenzaba a hacer de las suyas en el poste bajo, ayudando a un Lenovo Tenerife que respondía a cada golpe que le aplicaba el San Pablo, reaccionando como un ciclón a un gran triple de Eddie (16-13). En apenas dos minutos y medio, el cuadro tinerfeño, dirigido de manera magistral por Huertas, metió la directa y maniató al San Pablo para tomar ventaja antes de la bocina (16-20) y lanzarse en el marcador en el inicio del segundo acto (16-28).

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En apenas un suspiro, el Lenovo había firmado un demoledor parcial de 0-15, aprovechando la caraja local. Los de Olmos, totalmente superados en defensa, acababan de atravesar un auténtico desierto anotador. Ni el juego interior ni el exterior estaban funcionando, y no sólo por la mala elección de los lanzamientos, que también, sino por la falta de acierto en tiros a priori sencillos.

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Olmos, visiblemente disgustado por lo que estaba aconteciendo sobre el parquet, llamó a capítulo a los suyos, movió el banquillo y el equipo pareció regresar a la pista más metido. A ello ayudó, sin duda, una gran recuperación de Rabaseda, que culminó con un triple de Eddie que pareció despertar a sus compañeros (19-28).

A partir de ese momento, y a pesar de no desplegar todavía su mejor baloncesto, lo cierto es que el San Pablo mejoró prestaciones y anuló parte del potencial del Lenovo Tenerife. Sin embargo, el cuadro canario tiró de la calidad de Huertas y, sobre todo, Shermadini, que en los minutos siguientes castigó al San Pablo bajo el aro para hacer que su equipo mantuviera una ventaja de ocho al filo del descanso (31-39).

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Una ventaja que no hizo sino incrementarse tras el paso por vestuarios. Y eso que el San Pablo comenzó golpeando primero con una buena canasta de Eddie. Sin embargo, a partir de ahí, el cuadro burgalés volvió a pecar de una desesperante falta de acierto de sus lanzadores, un problema que ya ha lastrado a los de Olmos en anteriores ocasiones.

Esa circunstancia, sumada a la falta de intensidad defensiva y a la gran actuación de Shermadini bajo el aro, provocó que el Lenovo Tenerife fuera aumentado su renta poco a poco, hasta alcanzar los 17 puntos de ventaja a falta de dos minutos (39-56). Una renta que se mantuvo hasta la bocina merced al acierto de Fitipaldo desde la línea de libres (43-60).

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Reacción inconclusa

Ante tal escenario, poco podía hacer el cuadro burgalés salvo apelar a la épica en el último cuarto. Pero, ni con esas. Aún así, lo cierto es que el San Pablo lo intentó. Vaya si lo intentó. De hecho, tras la canasta inicial de Wiltjer (43-62), el cuadro castellano disputó en ese periodo los mejores minutos de todo el partido, anulando al Lenovo Tenerife, afianzándose en el rebote defensivo y, sobre todo, mejorando con claridad sus porcentajes de acierto. Y es que, todo lo que no había entrado hasta ese momento desde la línea exterior comenzó a hacerlo, y sendos triples de Salash, Kullamae, Dani Díez y Renfroe volvieron a meter al San Pablo en partido (64-69) tras un parcial de 19-5.

Quedaban tres minutos y aunque el Lenovo Tenerife aún estaba por delante, El San Pablo estaba de nuevo en partido. Quedaba por ver si los de Olmos serían capaces de hacer la machada y levantar los 19 puntos de desventaja con los que se plantaron al inicio del cuarto. No obstante, un fallo bajo el aro y una mala recepción en el rebote defensivo del San Pablo a falta de un minuto dieron la ocasión a Doornekamp para volver a castigar desde la línea exterior (68-76).

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La realidad es que ahí murió el partido, aunque el San Pablo siguió compitiendo al máximo, abriendo una bonita, pero a la vez infructuosa, pelea en los últimos segundos. Al final, una nueva derrota (73-81), pero con el equipo siendo despedido por la grada entre aplausos y gritos de sí se puede.

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