El San Pablo se pierde en el camino

Afrontaba el choque el San Pablo con la necesidad de reencontrarse tras cuarto derrotas consecutivas entre Liga Endesa y Champions. Cuatro derrotas que, aún sin desmerecer el impresionante inicio de campaña del conjunto burgalés, sí lo han matizado. Enfrente estaba el Elan Bearnais de Pau, un equipo histórico en Francia que, sin embargo, no ha comenzado con buen pie la temporada en la competición europea, con tres derrotas en las tres primeras jornadas.

Y no comenzó con buen pie el choque frente al equipo burgalés, que desde el primer momento se mostró muy superior en todas las facetas del juego. De hecho, los hombres de Peñarroya marcaron territorio nada más comenzar, con sendos triples de McFadden y Clark, que pusieron las primeras ventajas en el marcador (6-0).

Unas ventajas que no hicieron sino incrementarse a medida que avanzaban los minutos, más allá de algunos momentos puntuales, en los que el Elan Bearnais, encomendado al acierto de Nicolas De Jong, hizo la goma, reduciendo diferencias tímidamente. Sin embargo, aquel escenario derivaba más de los errores locales que de los aciertos visitantes. Y en el momento en el que el San Pablo ajustó piezas y conceptos, se acabó la historia.

Los hombres de Peñarroya comenzaron a leer a la perfección las líneas de pase, provocando varias pérdidas consecutivas del Pau y machacando a la contra. Fruto de ese ímpetu, y de la carga de personales del conjunto francés, la ventaja del San Pablo se disparó hasta los 13 puntos a falta de un minuto para la bocina (22-9). Los intentos por frenar la sangría caían en saco roto y Clark y Tokoto se encargaban de ajusticiar al Pau, sostenido precariamente por el acierto de Nicolas de Jong, quien acabó con 35 puntos en su casillero particular.

Pero el concurso de este último no fue suficiente como para evitar que el San Pablo abriera hueco en el marcador. Y es que, el guión del choque cambió poco o nada tras la bocina (24-13) y el cuadro burgalés siguió a lo suyo, manejándose en diferencias superiores a los diez puntos en todo momento gracias a un juego coral en el que todos aportaron en mayor o menor medida ante un Elan Bearnais incapaz de frenar el envite local. La solidez en el rebote (11 del San Pablo por apenas 5 del conjunto francés) cimentaron la dinámica de un partido que parecía totalmente dominado por el cuadro local, pero que todavía no se había roto definitivamente.

Y es que, a pesar de que el Pau, negado desde el perímetro, no daba con la tecla para imponerse al San Pablo en ambas zonas, seguía haciendo la goma gracias a De Jong, sin duda el jugador más destacado del equipo francés.

Así, unos y otros enfilaron el camino a vestuarios con una diferencia de 14 puntos en el marcador (43-29), que daban buena muestra de lo que estaba pasando sobre el parqué. Sin embargo, todo cambió tras el descanso. Radicalmente. Y es que, el San Pablo regresó a pista con una caraja, mientras el Elan Bearnais parecía otro equipo, más enchufado e intenso en ambas zonas. Así, los ajustes defensivos implementados por el cuadro francés anularon la capacidad ofensiva del San Pablo, que en el tercer cuarto fue una mera sombra, con apenas 13 puntos.

Los errores no forzados, la debilidad en el rebote defensivo y la falta de acierto desde el perímetro bloquearon al cuadro burgalés durante buena parte del cuarto y el Pau comenzó a remar poco a poco hasta que, casi sin darse cuenta, se metió de lleno en el partido. De hecho, el omnipresente De Jong empataba desde el perímetro a falta de dos minutos (53-53). Entonces saltaron todas las alarmas en un Colieum que acababa de ver cómo su equipo dilapidaba una renta de 14 puntos.

Un triple sobre la bocina de Bassas permitió al cuadro local encarar el último cuarto con todo por decidir (56-56). Sin embargo, las dinámicas ya se habían revertido. El Pau se erigía ahora como dominador del rebote y el San Pablo no encontraba lanzamientos cómodos. Barrera y Bassas abrieron una pequeña brecha nada más comenzar el cuarto (63-58), pero la ventaja duró un suspiro. Justo el tiempo que tardó De Jong en volver a calentar la muñeca ante las facilidades defensivas del San Pablo.

Siete puntos consecutivos del pivot francés volvieron a poner por delante al Elan Bearnais. Benite respondió también desde la línea de tres, pero al San Pablo le tocaría sufrir. Sobre todo tras una pérdida estúpida a falta de poco más de un minuto que permitió a Cavaliere poner seis de ventaja (71-77). Un escenario muy complejo.

Clark y Benite recortaban diferencias desde la línea de libres, mientras los fallos de Moore daban alas a la esperanza. Una esperanza que llegó a iluminar el Coliseum con un triplazo desde su casa de McFadden a falta de cinco segundos. No obstante, el nortemaericano falló en su último intento desde el perímetro y el Elan Bearnais se llevó el triunfo de Burgos. Sin duda, un jarro de agua fría.