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La dinámica negativa del Hereda San Pablo se prolonga. El cuadro burgalés sumó hoy su tercera derrota consecutiva en la Liga Endesa tras caer con claridad ante el Joventut de Badalona en un choque en el que los hombres de Tabak sucumbieron ante sus ... propias pérdidas (17 frente a las 8 del cuadro local) y errores en ataque. Tras un primer tiempo de cierta igualdad, el Joventut tomó el control absoluto del encuentro en el tercer cuarto y ya no lo soltó hasta el final, condenando al cuadro burgalés a regresar de vacío.
Joventut
Ribas (14), Vives (6), Willis (12), Parra (5), TOmic (17) -quinteto inicial-; Busquets (9), Brodzianski (12), Ventura (2), Feliz (5), Birgander (-).
82
-
65
San Pablo
Nikolic (6), Benite (15), Braimoh (3), Rabaseda (-), Zack (2) -quinteto inicial-; Kravic (10), Salash (11), Dani Díez (8), McGee (4) Renfroe (7).
Parciales: 16-18, 23-14 (descanso); 22-20, 21-13 (fin del partido).
Árbitros: Martín Caballero, Rafael Serrano y Andrés Fernández
Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa disputado en el Palau D'Sports de Badalona
El partido comenzó muy trabado. Demasiados desajustes, demasiadas pérdidas y demasiados lanzamientos forzados lastraron el rendimiento ofensivo de unos y otros durante los primeros compases. De hecho, hubo que esperar más de dos minutos para ver cómo Braimoh abría el marcador con un gran triple. Esa canasta pareció despertar a los dos equipos de la caraja ofensiva con la que habían saltado a la pista y, apenas unos instantes después, se enzarzaron en una bonita pelea desde la línea exterior, con sendos triples de Ribas y Parra para el Joventut y de Benite para el San Pablo.
El partido se animó, al menos parcialmente, ya que el San Pablo seguía cometiendo errores no forzados en sus transiciones, mientras el Joventut se sostenía en base al talento de hombres como Vives y Tomic. Fue entonces cuando apareció la figura de Salash. El jugador bielorruso, que hasta hoy había pasado prácticamente desapercibido, se erigió como puntal del San Pablo, con ocho puntos prácticamente consecutivos que permitieron al conjunto burgalés tomar el control del choque (16-18) al final del primer cuarto.
Los de Burgos estaban mandando en el rebote y en el marcador, pero su juego no terminaba de encontrar la fluidez necesaria. Esa situación se evidenció en el arranque del segundo cuarto. Brodzianski abrió la lata con un tres más uno que encontró continuidad con sendas canastas de Tomic y Ribas (27-20). El Joventut había metido la directa aprovechando las pérdidas del San Pablo y Tabak se veía obligado a parar el encuentro tras un demoledor parcial de 13-2.
Los burgaleses parecieron reaccionar, ajustando la defensa y tomando mejores decisiones en ataque. Nikolic anotaba un gran triple que ponía a los suyos a tres puntos (29-26) mediado el cuarto, pero el Joventut volvía a erigirse como dominador del encuentro gracias a la magia de Tomic y el acierto de Busquets, que a falta de dos minutos ponía la máxima diferencia en el marcador (37-28). Una diferencia que el San Pablo conseguía recortar tímidamente antes del descanso (39-32).
El guión del partido no estaba respondiendo a las expectativas de los burgaleses. Tabak no acababa de dar con la tecla ni con las primeras ni con las segundas unidades y el juego del San Pablo no terminaba de despegar debido, fundamentalmente, a las pérdidas no forzadas. El Joventut estaba leyendo a la perfección las líneas de pase y el cuadro burgalés se perdía una y otra vez entre la maraña defensiva local.
Nada más regresar de vestuarios, Willis ponía la máxima ventaja del partido para la Penya (42-32) y comenzaba a encarrilar el partido. Aquellos fueron los mejores minutos para el Joventut, que aprovechó todos y cada uno de los errores del San Pablo para golpear, ya fuera en el poste bajo o desde la línea exterior.
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El cuadro burgalés reaccionó tímidamente mediado el tercer cuarto con tres triples casi consecutivos de McGee y Dani Díez. No obstante, era el Joventut el que mandaba en la pista y en el electrónico, y a pesar de unos buenos compases finales de Kravic, se marchó nueve arriba al último cuarto (61-52).
No estaba siendo, ni de lejos, el mejor partido del San Pablo. Los de Tabak continúan sin encontrar su mejor versión y cualquier opción pasaba ineludiblemente por una reacción inmediata. Una reacción que no llegó. Y es que, lejos de mejorar registros en el último cuarto, el cuadro burgalés no terminó de encontrar aro, con una estadística de acierto muy baja como para intentar pelear por la victoria en los últimos compases.
Mediado el cuarto, Feliz pareció dejar encarrilado el choque con un gran triple (72-58), que encontró continuidad en las manos de un omnipresente Willis y un decisivo Tomic. El partido ya estaba decidido a falta de cuatro minutos, que sirvieron para prolongar la agonía de un San Pablo que no termina de encontrar su camino.
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