El San Pablo, al todo o nada en Champions

El contexto es, pues, de máxima exigencia para el conjunto burgalés, que confía en mejorar sensiblemente la imagen ofrecida el martes en tierras turcas. Allí, el equipo dirigido por Paco Olmos no mostró, ni de lejos, su mejor versión, protagonizando innumerables pérdidas y mostrándose muy errático en materia ofensiva.

Las condiciones en las que se desarrolló ese partido, no obstante, no eran las mejores. El equipo llegaba al duelo tras varias semanas sin competir por la covid y con varias piezas nuevas en su roster, incluyendo el propio Paco Olmos, que intentará cerrar con victoria su primera experiencia en el banquillo burgalés en casa.

En este sentido, el equipo apenas tendrá tiempo para descansar, tras el choque del martes y el viaje desde Estambul. Así lo destacaba el propio Olmos en la previa. «En 24 horas, se trata de recuperar los cuerpos, de recuperar la mente, pero luego a la hora de jugar tenemos que tener ese plus, que tiene que ser lo definitivo para que el partido se pueda venir hacia nosotros y podamos seguir defendiendo el título de la Basketball Champions League».

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A mayores, el técnico insistía en que el San Pablo ha de ser «un equipo mentalmente fuerte, saber que vamos 1-1 en la eliminatoria y que está todo en nuestras manos, más jugando en casa», un factor que puede resultar determinante.

A este respecto, desde el club han hecho un llamamiento a la afición para que lleve en volandas al equipo, a pesar de que el Coliseum sólo dispondrá del 50% de su aforo por las restricciones sanitarias. El pase de ronda en la competición de la que el San pablo es vigente campeón bien lo vale. «Todos nos aferramos al Coliseum mañana, a la afición que siempre está apoyando al equipo», ha concluido el entrenador.