Monólogo burgalés en el Coliseum

Los de Curro Segura salieron a la pista con el firme convencimiento de conseguir la primera victoria de las cinco que quedan en juego. Pronto comenzaron los castellanos a imponer su ley sobre la pista del Coliseum. Fue Carlos Suárez quien inauguró el marcador con un triple después de que en las primeras jugadas ninguno de los dos equipos consiguiera transformar sus lanzamientos.

El ataque parecía atascado y las defensas acababan con las intenciones de los visitantes. En los primeros compases del partido los locales solo pudieron acercarse al marcador gracias a los tiros libres (8-5), pero el San Pablo Burgos no quiso permitirles que pusieran en riesgo la victoria.

De esta manera, entre Gonzalo Corbalán, Kacinas y Norelia fueron abriendo distancia en el marcador. Con 17-7 en el electrónico Félix Alonso tuvo que pararlo, pero todavía se amplió esa distancia antes de que los gallegos lograran anotar en una jugada de campo. Fue a menos de dos minutos para el final del primer periodo y lo consiguió Manjgafic para poner el 24-10 desde la línea de tres. Rodrigo San Miguel respondió a ese triple para dejar el marcador al final es este cuarto en 27-10.

El San Pablo Burgos estaba muy serio en defensa y bastante acertado en ataque, además, el juego coral fue la seña de identidad de los primeros diez minutos de encuentro. El segundo cuarto no cambió las cosas. Álex Barrera reanudó el juego con un nuevo tiro de tres transformado y obligó al técnico de Ourense de nuevo a pararlo (30-15).

Rupnik y Corbalán se hicieron los dueños absolutos de este cuarto en el que el acierto de cara al aro fue inferior al del primer cuarto, pero permitió a los castellanos marcharse al descanso con una ventaja de 27 puntos (45-18). La superioridad del San Pablo en los tiros de tres, anotando ocho de trece, y el dominio absoluto de los rebotes, permitió a los de Curro no sufrir sobre el parqué.

Tras la vuelta de vestuarios los locales siguieron atacando muy cómodos. Ourense buscaba cómo parar el juego ofensivo local, pero cuando lo conseguía no lograba transformar sus tiros. En los locales el entendimiento de Rupnik con Van Zegeren continuó haciendo daño a los visitantes, que veían cómo el San Pablo continuaba ampliando la ventaja sin necesidad de brillar.

Carlos Suárez continuó con su recital desde la línea de tres y Norelia y San Miguel se añadieron a este monólogo azulón. Al final del tercer periodo la ventaja ya se había situado en los 39 puntos (73-34), aunque hubo momentos en los que superó los 40 puntos.

El Ourense seguía deshaciéndose como un azucarillo, tan solo Manjgafic lograba conectar con el aro, pero no era suficiente para sostener a un equipo que, aunque lo intentaba, se estaba viendo superado una y otra vez por el ataque del San Pablo.

Con el Ourense negado de cara al aro, los de Curro Segura solo tuvieron que continuar haciendo en el último periodo lo que llevaban haciendo todo el partido. Así Álex Barrera, Corbalán o Carlos Suárez siguieron ampliando la ventaja del electrónico, que llegó hasta la media centena, para conseguir que la primera victoria de las cinco últimas jornadas se quedara en casa (96-49).