Un irregular San Pablo claudica por primera vez en el Coliseum ante un eficaz Alicante

Arrancaba el partido con varios errores en intentos de anotación por parte de ambos conjuntos que saltaron algo fríos a la cancha. Dos minutos tuvieron que esperar los aficionados que se llenaban las gradas del Coliseum para ver a su equipo, al Hereda San Pablo Burgos, inaugurar el marcador con un triple de Corbalán.

Poco tardo Alicante en dar la réplica mediante una buena canasta de McDonnell desde la pintura para entonar a los alicantinos sobre el parqué burgalés. Fue entonces cuando Chapela y Blaylock empezaron su show para convertir cuatro triples en cinco minutos y poner tierra de por medio para los de Rafael Monclova.

Con una diferencia de +7 para los visitantes, Corbalán sostenía a los burgaleses con la ayuda de Mahalbasic, que buscaba imponer su físico ante Borovnjak y Hermansson, que empezó con dos triples errados pero aportó con varios tiros de dos puntos.

Los cambios ayudaron a San Pablo a afianzarse algo más en el encuentro, con una buena entrada de Norelia, aquejado de molestias en el sóleo, y de San Miguel y Álex Barrera. Pero los errores condenaban a un cuadro burgalés que finalizó el primer cuarto con 2/7 en triples por los 5 anotados por los alicantinos.

No empezó mejor el segundo cuarto del partido en el Coliseum. Los fallos en defensa permitían posiciones de tiro franco para los lanzadores visitantes que, aunque no aprovecharon del todo las oportunidades, pusieron un parcial de 0-5 en los primeros 3 minutos.

Mahalbasic tuvo que salir desde el banquillo para romper la racha de los de Rafael Monclova con una buena canasta. Pero una dos faltas personales en 3 segundos empañaron la inercia con la que salió al parqué el austriaco.

Consciente de su error, Mahalbasic pedía paciencia a Paco Olmos, que decidió dejarle en la cancha sabedor de su importancia como uno de los pilares sobre los que pivota el juego del equipo.

Cabreado con el arbitraje tras dos decisiones discutibles en la que los colegiados se decantaron a favor de Alicante, los burgaleses pusieron la cabeza fría y el equipo se engranó por completo.

Con seriedad y tesón, los puntos fueron llegando al casillero azulón a través de un diligente Rodrigo San Miguel, que celebraba con rabia su primer triple del partido para poner, tras un parcial de 7-0, a cuatro de distancia a su equipo en el electrónico y forzar el tiempo muerto de Rafael Monclova.

Crecidos con la remontada, los de Paco Olmos olieron la sangre e intentaron ir a por más. A través de la sencillez en el juego, Álex López, Encheinoyia y Van Zegeren arroparon a Mahalbasic para intentar ponerse por delante de nuevo en el choque.

Pero los árbitros señalaron un dudoso 'flopping' al austriaco que le supuso la tercera personal a tres minutos del final del segundo cuarto. Un riesgo que el entrenador valenciano no iba a correr devolviéndole al banquillo.

Pese a este contratiempo, el equipo se arropó en el conjunto para seguir adelante y plantar cara a un Alicante que había elevado el nivel defensivo y continuaba anotando con regularidad.

Quería llegar al descanso por delante el San Pablo pero el acierto alicantino en la línea de 6,75 le estaba siendo esquivo a los jugadores burgaleses. Pese a ello, Olmos paró el partido con 38-41 en el marcador para tratar de equilibrar la balanza con un triple.

Pero la jugada, diseñada y bien ejecutada para que San Miguel quedase liberado en la zona frontal, acabó en el hierro certificando que no estaba siendo el día del conjunto azulón en el tiro exterior.

Un 4 de 16 al descanso marcaba la diferencia a favor de unos alicantinos que presentaban un 7 de 13 y que, pese a conceder igual que los locales, estaban más finos a la hora de buscar el aro y sumar de tres.

Salió enchufado el San Pablo en el tercer cuarto con un Rodrigo San Miguel que quería resarcirse de su error. Y lo hizo. La primera jugada de la reanudación fue un triple del doble cero burgalés para resarcirse y poner la igualada (41-41) en el marcador.

Hermansson lo intentó pero no lo consiguió pero a la siguiente, Álex López volvió a anotar de tres para poner por delante a los locales y y cerrar un parcial de 5-0 en los primeros compases del tercer cuarto.

Muy cabreado se mostraba el entrenador sevillano de Alicante con los suyos en un tiempo muerto que de nada sirvió a los visitantes. En la continuación, otros tres puntos burgaleses pusieron las dudas en la cabeza y sobretodo en las manos de los alicantinos, que no lograban anotar.

Una buena acción de Steinarsson, que conoce bien el parqué del Coliseum en el que consiguió un ascenso, permitió el pase fácil para Gatell, que rompió la sequía del equipo levantino e inició la mala racha ofensiva local.

Tras varios desajustes defensivos, Alicante retomó el ritmo con canastas de dos puntos para mantener la distancia en mínimos. De nuevo un gran Rodrigo San Miguel apareció para poner otro triple en la cuenta burgalesa y paliar el mal momento de los de Paco Olmos.

Sin terminar de despegar, los alicantinos cogieron aire en el tramo final del tercer cuarto ante un San Pablo demasiado irregular en el juego rápido propuesto por los de Rafael Monclova.

Un golpe en la rodilla de Gatell con Hermansson terminó en técnica de Olmos ante el abrumante sonido de viento del respetable burgalés, que no entendía el difuso arbitraje propuesto por los colegiados.

Así se llegó al último minuto del tercer cuarto. Con el cabreo instalado en el graderío azulón, Álex Barrera se encargó de transformar el enfado en júbilo después de lograr un 2+1 en una buena internada que cerró el periodo con más cuatro a favor de los de casa (60-56).

Vibrante. Así se esperaba un último cuarto entre San Pablo Burgos y Alicante que no decepcionó. La línea de tres, lastre para los de Paco Olmos durante la mayor parte del partido, se convirtió en el mejor aliciente ofensivo del equipo en el mejor momento posible para los locales.

Barrera, Corbalán y López convertían desde fuera en un intercambio de tiros de tres en el que los visitantes no se quedaron atrás. Con un marcador ajustadísimo, Blaylock y Berg se fueron expulsado del partido tras la quinta falta pero Alicante seguía en la lucha por el partido a base de puntos de Chapela, McDonnell y Borovnjak.

Con el partido en un punto de diferencia, los pequeños detalles iban a marcar el destino del partido. Y ahí es cuando aparecen los grandes jugadores. Mahalbasic, a nueve segundos del final, volteaba el marcador con un perfecto gancho que ponía el 77-76 a favor de los burgaleses.

La defensa, que había sufrido picos de sierra más a la baja que a la alza durante el choque iba a decidir el partido. El Coliseum apretaba y la última la iba a tener Alicante en una jugada muy turbia en la que pasó de todo y lo único que valió fue la canasta de Borovnjak.

1,6 para el final. Pizarra de Paco Olmo y una última acción para ganar. Sin el balón el juego, Chapela derribó a Álex López en una falta que todos en el Coliseum entendían como antideportiva menos los colegiados, que dieron un tiro al 15 azulón. Partido a la prórroga (78-78).

En el añadido, Alicante entró más mentalizado ante un San Pablo que sumó primero con la inercia de Álex López. Dos errores en defensa pusieron cuatro de ventaja para los visitantes, que anotando los tiros libres y gestionando la ventaja alejaron poco a poco a un precipitado cuadro burgalés.

Pero los burgaleses, pese a las malas sensaciones, consiguieron llegar al último minuto con opciones de dejar los puntos en el Coliseum. Pese a un primer ataque fallido, una mala decisión del mejor de los alicantinos en el encuentro, Chapela, le dio la posibilidad de correr al mejor del lado burgalés, Álex López, que puso a un punto a su equipo a nueve segundos del final.

Borovnjak acertó uno de los dos tiros libres tras una falta del 15 burgalés y, tras hilar una buena jugada, el San Pablo volvió a salvar el segundo final de infarto del encuentro para forzar otro tiempo añadido.

Notable igualdad en el inicio del segundo tiempo extra del partido, con ambos equipos castigando los errores contrarios. Los triples alicantinos parecían matar a los de Paco Olmos, que mediante Corbalán y Hermasson, mantenían el partido a una jugada de diferencia.

La precipitación volvía a alejar a los locales con varios tiros forzados y la efectividad alicantina parecía dejar sin opciones a al San Pablo que seguía sobreviviendo a base de la muñeca de Hermansson. Como el día de la marmota, el marcador separaba de nuevo por un punto a ambos conjunto a once segundos del final.

De la mano de Chapela y Steinarsson, Alicante gestionó su ventaja y, tras la falta al 8 visitante, el destino quiso que el islandés, otrora aclamado en el Coliseum, fuese el verdugo del cuadro burgalés anotando los dos tiros libres y cerrando la primera derrota en casa del San Pablo Burgos.

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