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McFadden cae ante el rival

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McFadden cae ante el rival María González/SPB
Liga Endesa

Intentarlo no fue suficiente

El San Pablo Burgos hizo un buen partido, en términos generales, pero el estado de gracia en que se encuentra el Casademont Zaragoza fue demasiado | Los burgaleses encajan su tercera derrota consecutiva en liga

Domingo, 3 de noviembre 2019, 00:20

En ningún momento puede considerarse una crisis, pero lo cierto es que el San Pablo Burgos acumula tres derrotas consecutivas en liga, que serían cuatro en cinco partidos, incluyendo competición europea. Todas ellas podrían entrar en los planes del itinerario burgalés, más cuando el Casademont ... Zaragoza, un equipo que debería haber sido superado en el Coliseum, llegaba en estado de gracia. Los maños, segundos en liga, con cinco victorias y una derrota, supieron aguantar el arreón inicial de los azules y hacerse con el control del juego durante el segundo cuarto.

El San Pablo trató de aferrarse al rival, empujados por un pabellón lleno a reventar que nunca dejó de animar a los suyos. Aun con todo, no fue suficiente y los burgaleses cayeron por 69 a 78 en el luminoso.

San Pablo Burgos

Bassas (10), Benite (18), Tokoto (8), Clark (8) y Lima (2) -cinco inicial- Fitipaldo (3), Barrera (-), Vega (-), Salvó (-) McFadden (12) y Huskic (8).

69

-

78

Casademont Zaragoza

Alocén (3), Seeley (9), Benzing (14), Radovic (5), Justiz (14) -cinco inicial- Barreiro (13), Brussino (8), Etxeguren (-), Krejci (6) Hlinason (6) y García (6).

  • Cuartos: 25-20 | 12-22 | 14-15 | 18-21.

  • árbitros: Luis Miguel Castillo, Raúl Zamorano y Joaquín García González expulsaron por acumulación de faltas a Augusto Lima y a Nemanja Radovic.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de la Liga Endesa disputado en el Coliseum Burgos ante más de 9.562 espectadores, lleno absoluto.

Energías renovadas. El San Pablo Burgos comenzó con frescura el partido ante la revelación de la Liga Endesa, el Casademont Zaragoza. Los azules movieron el balón con agilidad en ataque y recuperaron el acierto desde línea de 6,75. Primero Clark y después Tokoto, abrieron la primera fecha al poco de comenzar el partido (7-2). Las sensaciones de los locales estaban siendo de las mejores, hasta el punto de anular al conjunto maño (14-6). Los de Porfi Fisac recurrieron a Jonathan Barreiro, un todo terreno que frenó el avance del San Pablo, recortando distancias con dos triples extremadamente oportunos (16-14). Entonces apareció Thad McFadden para castigar la zona del Zaragoza con dos triples que ampliaban diferencias para los burgaleses (25-16). Fisac paró el partido y Peñarroya se llevó una técnica desproporcionada por protestar un cambio de criterio arbitral. Así se terminó el primer cuarto con un marcador más equilibrado (25-20).

Cambio de cuarto y cambio de dominador. El Zaragoza partió con un 0-6 de parcial que le situó, por primera vez, por delante en el marcador (25-26). Los de Fisac habían comprendido cómo castigar los desajustes defensivos que estaban dejando las ayudas de los burgaleses. El San Pablo se vio obligado a reaccionar, parando a un Zaragoza que daba muestras de sentirse cómodo (37-37). Únicamente, un parcial favorable de 0-5 rompió la igualada de un partido que se iba al descanso (37-42).

Tras el paso por vestuarios siguió viéndose un Zaragoza ligeramente superior. Era esa pequeña diferencia, sobre todo en el acierto de cara al aro donde se le estaba yendo el partido a los locales. Paso a paso, los de Fisac, se trabajaron una renta de diez puntos (45-55) que puso contra las cuerdas a un San Pablo asfixiado en ataque. El momento más complicado del partido para los de Joan Peñarroya se libró con un esfuerzo extra de la afición, que les metió de nuevo en el partido (51-55). La reacción azul obligó a Fisac a parar el partido. No había tiempo para mucho y el periodo finalizó con 51-57 en el marcador.

La hora de la verdad llegaba marcada por una renta de seis puntos que podía romper el partido con un ligero arreón maño. Y así fue. Los de Fisac se sacaron de la chistera un parcial de 2-10 que dejaba, a las primeras de cambio, el partido prácticamente visto para la sentencia (53-67). El San Pablo, al menos, estaba obligado a dejarse hasta el último aliento ante un Coliseum lleno hasta la bandera. La respuesta que les llevó a recuperar la esperanza llegó de la mano de un 6-0 que dejaba un marcador abierto de (59-67) con más de seis minutos por jugarse.

La épica

Todo el mundo creía que el San Pablo podía conseguir una victoria épica. Tres puntos era el denominador común que siempre le separaban de ella. Unas veces los errores en el tiro libre, otras veces una mala gestión del ataque, hacían imposible que se rompiera ese estatus quo en el que Zaragoza siempre sacaba la cabeza por tres puntos al San Pablo Burgos. Hasta el último momento, los locales lo intentaron, pero la épica no se produjo y la tercera derrota consecutiva en liga llegó con el 69-78 final.

La próxima jornada, el San Pablo Burgos se medirá al Pau-Orthez, el martes 5 de noviembre a las 20:30 horas. Y en liga, el próximo partido será ante el Iberostar Tenerife, el sábado a las 20:30 horas.

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