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El San Pablo celebra la victoria Tomás Alonso

El espíritu del Cid se instala en el Coliseum para guiar al San Pablo hacia la victoria

El Hereda San Pablo Burgos gana un partido vital que llegó a perder por 17 puntos y en el que tuvo que disputar dos prórrogas

Ruth Rodero

Burgos

Jueves, 17 de febrero 2022, 00:57

Cuenta la leyenda que Rodrigo Vivar, el Cid Campeador, murió de unas fiebres muy altas en la ciudad de Valencia. Estaban entonces los musulmanes en batalla contra los cristianos, que perdían en este enfrentamiento. Así que los cristianos montaron al Cid en un caballo, lo ... ataron a la silla y al verlo, los musulmanes echaron a correr aterrorizados, así ganó el Cid la batalla después de muerto.

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Hereda San Pablo Burgos

Renfroe (15), Phillip (11), Rabaseda (1), Eddie (10), Nnoko (8), -cinco inicial-, Benite (16), Salash (-), Díez (9), Kullamae (-), Gamble (15), Marc García (19).

104

-

97

Surne Bilbao Básket

Surne Bilbao Básket (20+24+25+12+10+6): Luz (5), Goudelock (19), Inglis (23), Walker (9), Withey (7), -cinco inicial-, Hakanson (10), Bigote (-), Rouselle (5), Delgado (10), Masiulis (6), Reyes (3).

  • Árbitros Luis Miguel Castillo, Benjamín Jiménez, Fabio Fernández. Eliminados: Benite (M. 45) por San Pablo Burgos; Ángel Delgado que recibió una falta técnica descalificante (M. 49).

  • Incidencias Encuentro correspondiente a la jornada 22 aplazado en su momento por los casos Covid-19 disputado en el Coliseum de Burgos

Y a este espíritu se encomendó el Hereda San Pablo Burgos en la noche del miércoles, cuando muchos le dieron por muerto en su partido ante el Surne Bilbao Basket. Hasta por 17 puntos perdían los hombres de Paco Olmos, que ocupan el farolillo rojo de la clasificación, y hasta tres veces se levantaron los castellanos para en un acto de fe creer que podían ganar después de muertos.

Un tiro de Benite puso el empate a 81 en el electrónico que Goudelock no pudo deshacer con un triple para forzar la primera prórroga. Un triple de Marc García dio la segunda bocanada de aire a los locales, que provocaron la segunda prórroga del encuentro para avisar que quizás están menos muertos de lo que algunos piensan.

El partido comenzó más o menos igualado, aunque pronto comenzaron los visitantes a dar muestras de lo que iba a verse sobre el parqué. El equipo de Álex Mumbrú quiso dominar el choque con un Damien Inglis especialmente incisivo y, aunque en el primer cuarto el San Pablo no permitió que eso ocurriese (20-20), pronto dieron un paso hacia delante.

La defensa de los de Olmos no terminaba de ajustar, pero tampoco se encontraban los castellanos cómodos en ataque, donde los tiros exteriores no querían entrar. Un parcial de 3-12 abría una brecha que comenzaba a ser peligrosa para los intereses del San Pablo, que quería cortar la mala racha de resultados (28-36).

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Ángel Delgado y Gamble dieron espectáculo en ambas pinturas, en un especial duelo particular en el que ninguno de los dos quiso bajar los brazos. Benite aportó su grano de arena en estos minutos cuando el equipo parecía más atascado y lograron los locales llegar al descanso con una desventaja de siete puntos (37-44) gracias a un buen Goudelock al que solo fue capaz de contestar Jarrel Eddie.

Sin embargo, tras el paso por vestuarios el Bilbao Basket se encontró más cómodo sobre la pista. Apretaron los vascos los dientes y le pusieron una velocidad más al encuentro. Fue entonces cuando llegaron los mejores minutos para los visitantes, que consiguieron despegarse en el marcador y obtener esos 17 puntos de ventaja que parecían insalvables (37-54). Las pocas ideas en ataque y los desajustes defensivos condenaban una y otra vez al equipo local (57-69)

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El último cuarto parecía un mero trámite hasta que la fe se presentó en el Coliseum e hizo que hombres como Marc García y Dani Díez dieran un paso al frente. De pronto las piezas comenzaron a encajar, la defensa desordenada de los cuartos anteriores comenzó a asfixiar a los hombres de Mumbrú que no encontraban la forma de superar a los burgaleses. Un parcial de 12-0 para poner el 81-81 a menos de medio minuto para el final fue el mejor de los escenarios que cualquiera de los 7.024 asistentes pudo imaginar.

Dos nuevas oportunidades

Tuvo Goudelock la oportunidad de asestar la puntilla al encuentro en la última jugada, pero falló un triple al final del tiempo reglamentario y llevó el partido a la prórroga. En la primera prórroga fueron los visitantes quienes dominaron en el marcador. Con tres arriba y ocho segundos vieron el partido ganado, pero Marc García se vistió de héroe y con un lanzamiento desde casi nueve metros encestó el triple que desató la locura y forzó la segunda prórroga.

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Los locales, que habían perdido a Gamble y Benite por acumulación de personales tiraron de fe. El San Pablo parecía más entero y en una jugada entre Nnoko y Delgado este último se revolvió contra el jugador azul lo que desató el caos en la pista y una técnica en contra de los visitantes. Los triples de Dani Díez y Phllip habían marcado el camino, la técnica descalificante terminó de marcar el camino para que el San Pablo Burgos volviera a encontrar la senda de la victoria siete partidos después. Los hombres de Paco Olmos vuelven a cabalgar por la ACB en busca de una salvación que todavía es posible.

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