El Hereda San Pablo, con la miel en los labios

El alero mallorquín transformó los dos tiros libres y aseguró el triunfo de los azulgrana en un partido jugado de poder a poder, en el que dominó San Pablo en los dos primeros cuartos, el Barça lo parecía tener ganado en el tercero y al final fue una moneda al aire.

Salió el equipo de Joan Peñarroya con la consistencia que le llevó la pasada temporada a ser semifinalista en la Liga Endesa. Su baloncesto fluido y su defensa de nivel pusieron en muchos problemas al Barça, que no daba con la tecla.

Las primeras ventajas fueron para los burgaleses, que rápidamente se escaparon en el marcador (2-9) y aprovecharon a la perfección los errores en el lanzamiento de los locales y las continuas pérdidas de balón.

La máxima diferencia en el primer cuarto alcanzó los diez puntos para Burgos (11-21, min. 8), pero un parcial 7-2 de los azulgrana dejó el tanteador en 18-23, un mal menor después de presentar una mala estadística de tiros de dos (2/12), solucionada en parte con el acierto en triples (3/4) y el dominio del rebote.

Jasikevicius puso un quinteto más pequeño, y por lo tanto más defensivo, en el segundo periodo (Heurtel, Abrines, Hanga, Smits, Oriola) y con un parcial 6-0 (tres canastas de Oriola) se puso por primera vez por delante (24-23).

Pero San Pablo fue a lo suyo. Lució Benite, alguna acción del cubano Jasiel Rivero, pero sobre todo un baloncesto que le permitía canastas bajo el aro ante la desesperación del técnico lituano del Barça.

Volvió a escaparse el equipo de Peñarroya (26-33), pero entre Oriola, los triples de Abrines y las canastas de Mirotic, los azulgrana fueron recortando poco a poco en el marcador.

Pese a ceder mucho atrás, el Barça solventó con el dominio del rebote (23-12), minimizó sus pérdidas (2 en este cuarto por 9 en el primer), y además estuvo acdertado en el lanzamiento triple. Precisamente dos triples de Abrines la vuelta al marcador y permitieron al Barça irse con ventaja al descanso (45-44).

En el tercer cuarto, los de Jasikevicius jugaron su mejor baloncesto. Con un juego muy fluido y equilibrio entre ataque y defensa se despegaron hasta el 71-59, a 1:48 para el final del periodo.

Pero entre Ken Horton y Jordan Sakho le dieron una vida extra a su equipo y un parcial 0-7 les volvió a meter en el partido (71-66). El parcial se incrementó hasta el 4-17 y San Pablo se volió a meter en el partido (75-76).

Cuando el Barça tenía otra vez el partido en el bolsillo (86-81), el Burgos resucitó. Una técnica a Jasikevicius puso a los de Peñarroya en igualdad (86-86), Hanga anotó después uno de los tiros libres a 5,9 para la conclusión y al final, la jugada polémica, la descalificante a Peñarroya y los dos libres de Abrines para cerrar el partido.