Burgos será de LEB Oro un año más

Los de Curro Segura se mostraron demasiado permeables en defensa y precipitados y sin acierto en ataque pero mantuvieron las opciones hasta e último cuarto.

En los últimos diez minutos, los azulones intentaron emular la épica de las semifinales pero los de Pedro Rivero se mantuvieron firmes en defensa y efectivos en fase ofensiva para cerrar un triunfo histórico que les eleva, por primera vez, a la élite del baloncesto español.

Resonó con fuerza el Himno a Burgos en el Coliseum para recibir la gran final de la Final Four por el ascenso a ACB. Ambas hinchadas hicieron temblar los cimientos del coso burgalés y trasladaron un ambientazo en la previa que estalló más si cabe con el saque inicial.

Rupnik tomó el timón del partido primero para los burgaleses y, tras una gran finta, anotó un 2+1 que elevó aún más los decibelios -si es que eso era posible- en el graderío del feudo azulón.

Rápido respondieron los palentinos por medio de Schmidt y Kostadinov para la réplica, también inmediata, de Khyri Thomas desde la línea de triples.

Chumi Ortega también se quiso apuntar a una fiesta del baloncesto que arrancaba como se esperaba, con un intercambio de golpes digno del premio que se estaba jugando: un puesto en la élite del baloncesto español.

Cuando el 5 palentino entró en escena, el partido se volvió morado ante un cuadro burgalés que movió ficha rápido para incorporar en el partido a Mahalbasic, el héroe de las semifinales ante el Guuk Guipuzkoa.

Pero los de Curro Segura habían comenzado el partido como el sábado, acelerados y poco acertados de cara al aro. A nivel defensivo, los burgaleses se mostraban demasiado permeables, lo que permitió a los de Pedro Rivero sumar de a dos para mantener un parcial equilibrado en el marcador.

En las postrimerías del primer cuarto, Zunder Palencia dominaba el conteo por seis puntos (28-22), merced a una seriedad defensiva que no tuvieron los burgaleses, que sufrieron varios desajustes en la defensa zonal planteada por Curro Segura y se mostraban poco contundentes.

Los segundos diez minutos comenzaron con la misma igualdad plasmada en los anteriores. San Pablo Burgos tiraba de calidad para mantener el ritmo de un Zunder Palencia que encontraba el camino al aro demasiado fácil.

Esto se traducía en las estadísticas, que reflejaban un 73% de efectividad en tiros de dos puntos para los morados frente al 42% de los burgaleses. En esas, Pedro Rivero pidió tregua para reorganizar ideas tras la mejoría azulona en defensa y varias jugadas sin premio de los palentinos.

Con la igualdad reinando en la pista, Schmidt y Chumi volvieron a aparecer para sumar un parcial de 7-0 para los morados que obligó a Curro Segura a parar el partido para evitar males mayores. Pero no surtió efecto. El partido entró en un ida y vuelta vertiginoso en el que pesco de nuevo el Chumi Ortega para elevar a los palentinos, con mayor acierto en el tiro y en el rebote, a una diferencia de ocho puntos al descanso (50-42).

Salieron mejor del descanso los pupilos de Pedro Rivero. Un triple de McGrew a los treinta segundos puso la máxima diferencia en el partido, once puntos, y confirmó que los palentinos estaban más enchufados en el encuentro. Tras varias jugadas sin ver aro y dos puntos más de Wintering, Curro Segura se vio de nuevo obligado a parar el choque para frenar la sangría. Y surtió efecto.

Como ya ocurriera en semifinales, Mahalbasic y Álex Barrera tiraron del carro para recortar la diferencia a los trece puntos y devolver la confianza a una hinchada que se volcó para levantar al equipo. Pero los palentinos no lo iban a permitir.

Wintering y un Chumi Ortega omnipresente y omnipotente se encargaron de frenar el conato de toque de corneta anticipado por el 24 y el 9 burgaleses para ampliar la distancia en el marcador hasta los 16 puntos para delirio de la ruidosa parroquia morada presente en el Coliseum Burgos.

Era tiempo de apretar los dientes para un Hereda San Pablo Burgos que se volvía a aferrar a Mahalbasic y Barrera, que con ayuda de Norelia consiguieron recortar distancias en el conteo. Pero Schmidt recogió el guante de Chumi para liderar a los palentinos y seguir manteniendo una renta que se iba haciendo pesada con el paso de los minutos para los jugadores burgaleses (73-61).

Con un último cuarto preparado para la heroica burgalesa, el 9 burgalés anotó el triple para abrir el camino de la remontada azulona ante un Coliseum que creía creer posible otra épica noche.

Un segundo acierto de la línea de 6'75 rebajó la diferencia por debajo de los diez puntos psicológicos mientras que los de Pedro Rivero no conseguían encontrar el aro con tanta facilidad como los treinta minutos anteriores.

En esas, el técnico palentino pidió una tregua desde el banquillo para aleccionar a los suyos de cara a la recta final del choque. Por su parte, Curro Segura recurrió a una defensa agresiva con presión a toda la pista para tratar de provocar las pérdidas que hicieron posible la remontada en las semifinales.

A falta de cuatro para el fina, Wintering y Ortega volvieron a sacar su repertorio para acercar un poquito más a Zunder Palencia a la ACB mientras el San Pablo Burgos lo intentaba a la desesperada consciente de que se le iba el partido y la posibilidad de regresar a la máxima categoría del baloncesto español delante de su afición.

Corbalán, que salió por Mahalbasic para afrontar los últimos minutos del choque, fue el que tocó arrebato con más fe que baloncesto junto a un Khyri Thomas errático en el tiro para alegría de la hinchada palentina que ya cantaba aquello de «¡Palencia es de Primera!».

Un triplazo de Chumi Ortega selló el triunfo palentino en el Coliseum para aplazar, al menos un años más, el regreso del Hereda San Pablo Burgos a ACB.