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Dicen que lo complicado no es llegar, sino mantenerse. Pero eso debe ocurrirle a otros que no sean el San Pablo Burgos, que vive en un constante 'llegó, vio, venció'. No tiene siete años y ya ha logrado ascender a ACB, disputar unas semifinales de ... liga y proclamarse campeón de la Basketball Champions League y de la Copa Intercontinental. Hasta este domingo, que consiguió la segunda Champions de su vitrina.
Pinar Karsiyaca
Morgan (13), Kennedy (5), Taylor (8), Henry (1), M'Baye (17) – cinco inicial – Birsen (10), Tuluoglu (-), Agva (2), Erden (1), Bitim (2), Sonsirma (0) y Yildirim (-).
59
-
64
Hereda San Pablo Burgos
Kravic (8), Benite (14), Rivero (9), Rabaseda (0) y Renfroe (14) -cinco inicial – Salash (0), Barrera (0), Salvó (5), McFadden (5), Sakho (0), Cook (3) y Horton (5)
Parciales 13-15, 28-29, 39-46, 59-64
Árbitros Eddie Viator (Francia), Ademir Zurapovic (Bosnia) y Yohan Rosso (Francia)
Incidencias Final de la Basketball Champions League disputada en el Palacio de los Deportes de Nargony (Nizhny Novgorod, Rusia) con público en las gradas.
Una final no se juega todos los días, a pesar de que en el San Pablo Burgos se está convirtiendo en hábito, por ello templar lo nervios se antojaba fundamental en los primeros instantes del encuentro. El mensaje parecía claro desde el banquillo, buscar las faltas del equipo turco y desgastarlos así. Sin embargo, fue un arma de doble filo, porque ambos equipos se cargaron de personales muy pronto.
Durante los primeros minutos de juego, tanto el Pinar Karsiyaca turco como el San Pablo Burgos se mostraron imprecisos y las defensas dieron un paso al frente. Renfroe quiso echarse el peso anotador a la espalda y tomó la batuta de su equipo para dirigir y anotar.
La defensa turca no dejaba respirar a los castellanos, que veían cómo su juego ofensivo se ahogaba, pero en la zona contraria la sensación era similar. Las distancias en el electrónico eran mínimas, pero los burgaleses conseguían ponerse por delante (8-10).
Sin embargo las imprecisiones llevaron al partido a minutos de correcalles en los que los puntos no caían de ninguno de los dos lados. Peñarroya entonces dio entrada a McFadden que con un triple desatascó a los suyos.
Por parte del Pinar Karsiyaca fue M'Baye quien cargó con la responsabilidad para impedir que su equipo se hundiese en los peores momentos y evitó que el cuarto terminase con una ventaja mayor para el cuadro burgalés (13-15).
Pero el segundo periodo empezó como si el despertador acabase de sonar y los jugadores burgaleses no comprendiesen aún en qué cama habían despertado. Desdibujados sobre la pista y preciptados en las decisiones, los turcos se aprovecharon de este inicio para abrir una pequeña brecha en el marcador.
Tras un parcial 4-0 Peñarroya decidió parar el juego y llamar al orden a los suyos, con un acierto de 2 de 9 en los tiros de tres el ataque seguía sin encontrarse cómodo sobre la cancha rusa. A falta de 6:40 para el descanso los turcos lograron la máxima ventaja hasta el momento (19-15), pero Horton llegó al rescate de los suyos (19-18).
Entonces los turcos se recolocaron en una defensa zonal que hizo perder el paso de nuevo a los burgaleses, que no encontraban los espacios para llegar al aro. Y a pesar de todo el San Pablo seguía ahí. Benite primero y Salvó después igualaron la contienda (23-23).
A partir de ahí se lo creyeron los hombres de Peñarroya, que sin estar cómodos lograron darle la vuelta al marcador. Quedaba menos de minuto y medio para el descanso y mandaban en el partido 25-27 gracias a una canasta de McFadden. Y pudo ser mayor la distancia al descanso, pero Morgan logró dos puntos más un tiro libre adicional para conseguir el 28-29 que el San Pablo no pudo mover del electrónico en la última jugada de la primera mitad.
La vuelta de vestuarios fue mucho más eléctrica, con más ritmo en ambos escuadras, pero sobre todo con mejores sensaciones para los burgaleses. Seguía sin ser el partido de los ataques, pero poco a poco los castellanos fueron convenciendo al balón para que pasara por el aro. Renfroe siguió llevando el peso anotador en los primeros compases, pero pronto fueron Sakho y Cook los que cogieron el testigo.
Salvó y Horton cerraron la defensa y a falta de 3:30 un triple del primero puso 36-40 y un nuevo triple de Cook colocó el 37-43. Los turcos presionaron entonces la salida del balón de los de Peñaroya, pero la buena defensa y el dominio del rebote para los visitantes permitieron a los burgaleses acabar el periodo con una ventaja de siete puntos (39-46).
Los turcos salieron enrabietados en el último cuarto y avisando de lo que pretendían, que no era otra cosa que alzar la copa. Kennedy anotó un triple (41-46) al que Benite no pudo dar respuesta. Otro triple de M'Baye, el mejor de los locales, hacía saltar las alarmas (44-46).
Lo intentaba el San Pablo, pero los turcos iban a una velocidad más y lograron lo que buscaban, darle la vuelta al marcador. A falta de 6:29 el electrónico decía que la copa, en ese momento, era para el Pinar Karsiyaca (51-50).
Con un parcial de 14-5 Joan Peñarroya paró el juego (53-51) y esto sirvió para espolear a los suyos, que a falta de acierto tiraron de épica. Ajustaron la defensa y Rivero desde la línea de tiro libre consiguió dar un pequeño respiro a los suyos que Benite convirtió en balón de oxígeno con un triple (54-57).
La intensidad era máxima y Rabaseda y Kavric se hicieron con los rebotes defensivos. Sin embargo, el mejor de los turcos no había dicho aún su última palabra y dos canastas suyas, un triple y un mate tras un robo, volvieron a poner los nervios a flor de piel (59-60).
La tuvieron los locales en su mano, pero Morgan y M'Baye, los mejores sobre el campo, fallaron dos triples seguidos, lo que dio una última oportunidad a los burgaleses para revalidad el título. Quedaba menos de medio minuto y Renfroe conseguía poner el 59-62.
La posesión de los turcos se resolvió con un triple fallado y una pelea por un balón que se saldó con el esférico para los burgaleses. La épica estaba más cerca que nunca. Tocaba apretar los dientes. Y costó poner ese balón en juego, pero lo consiguieron, y a partir de ahí los diez segundos más largos de la historia para ir hasta la línea de tiros libres de nuevo.
Benite se enfrentó entonces cara a cara al aro. Con uno bastaba. Y el capitán no falló. Anotó el primero. Y el segundo. Y el San Pablo otra vez campeón de Europa.
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